Derechos LGBT+ | Día de la visibilidad lésbica y la importancia de la formación inclusiva en la educación superior

SANTIAGO – El pasado 9 de julio se conmemoró el día  de la visibilidad lésbica y bisexual, hito que surge en 1984, recordando la creación de la primera organización lésbica feminista Ayuquelén (en mapudungun: “sentirse bien”), quienes se organizaron luego del asesinato, en pleno centro de Santiago, de Mónica Briones, documentado como uno de los primeros crímenes por lesbo odio en Chile.

Conmemorar este día apela a la memoria, y a una forma de resistencia frente a la invisibilización histórica que aún viven las mujeres lesbianas en el ámbito personal, social, cultural y político en Chile. Más aún si se considera que las mujeres lesbianas conforman un grupo que sufre doble discriminación, la primera por su género y la segunda por el estigma al que está asociada su orientación sexual.

En palabras de la historiadora feminista y profesora invitada del Magíster en Estudios de Género y Cultura mención Humanidades de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la U. de Chile, Panchiba F. Barrientos, esta visibilidad abre la puerta a “la posibilidad de imaginar mundos posibles en los que sí tengamos un lugar, y en los que podamos encontrarnos con otros y reconocernos en otros que nos permitan construir imaginarios comunes”.

Lesbianas en Chile

En 2019, la Agrupación Lésbica Rompiendo el Silencio lanzó el estudio “Ser lesbiana en Chile”, investigación que buscó evidenciar, por primera vez en el país, la situación social y cultural que viven las mujeres lesbianas y bisexuales. El estudio incluyó a más de 450 mujeres que se declaran lesbianas o bisexuales, desde distintos lugares de Chile, incluyendo la Isla de Pascua.

Historiadora feminista y profesora invitada del Magíster en Estudios de Género y Cultura mención Humanidades de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la U. de Chile, Panchiba F. Barrientos.

En él un 75 por ciento de las lesbianas en Chile dice haber sido acosada por su orientación sexual. Entre los lugares en que han vivido mayores situaciones de discriminación se encuentran la calle (75 por ciento), el ambiente religioso (67 por ciento), los servicios de salud (33 por ciento) y el lugar de estudios (31 por ciento). Además, el 68 por ciento declaró no haber acudido a centros de salud a realizarse exámenes de autocuidado, por miedo a ser discriminadas.

La lucha desde la U. de Chile

Analizar estos datos, y recordar nombres de mujeres lesbianas asesinadas como Mónica Briones, Anna Cook, Susana Sanhueza y Nicole Saavedra, recuerdan lo importante que es trabajar en la visibilización, y, sobre todo, en la erradicación de todo tipo de violencia y/o discriminación por motivo de género.

En esta labor, la Universidad de Chile ha trabajado desde diferentes aristas para eliminar cualquier tipo de violencia. Ejemplo de ello es su Protocolo de Actuación sobre Acoso Sexual, Acoso Laboral y Discriminación Arbitraria, que permite denunciar situaciones de discriminación por motivos de género y que se enmarca en una política global, incorporando una serie de medidas, con el fin de prevenir este tipo de conductas al interior de la comunidad universitaria.

Abogada de la Dirección de Igualdad de Género (DIGEN), y co-encargada de su Oficina de Atención, Vanessa Doren.

La abogada de la Dirección de Igualdad de Género (DIGEN), y co-encargada de su Oficina de Atención, Vanessa Doren, señala que “se considera discriminación todos aquellos actos que puedan tener por objetivo o resultado, la vulneración injustificada o arbitraria de derechos por motivos como el género o la orientación sexual, entre otros”.

Además, en el 2014, la Casa de Bello creó la Oficina de Equidad e Inclusión (OEI-UCH) de la Vicerrectoría de Asuntos Estudiantiles y Comunitarios (VAEC), con el fin de promover, y fortalecer el desarrollo de estrategias y acciones que le permitan a la universidad cumplir su compromiso con los derechos de las personas, la diversidad y la igualdad de oportunidades.

Coordinadora del Área de Diversidades Sexuales y de Género, de la Oficina de Equidad e Inclusión, Margarita Bustos.

Entre las materias que trabaja la OEI-UCH está el Área de Diversidades Sexuales y de Género, cuya coordinadora, Margarita Bustos, comenta que “salir del clóset en muchos espacios laborales, familiares, escolares se traduce en vulneración de derechos, despidos, silenciamientos, castigos económicos, etc. Pero también hoy el construir comunidad y visibilidad de nuestros derechos vulnerados se puede traducir en salvar la vida cuando imaginamos mundos donde sí tenemos lugar”.

Actualmente el área trabaja en formación inclusiva y realiza asesorías a unidades académicas, vinculación con organizaciones LGBT+ de la sociedad civil, y vinculación con estudiantes de las disidencias de los diferentes campus y colectivos. Además, este año Andy Co, encargada de vinculación con estudiantes LGBT+, levantó un espacio de primera acogida y un formulario de contacto permanente para estudiantes de las diferentes facultades.

De esta forma, desde la Universidad de Chile, se busca aportar a la integración comunitaria, generando ambientes libres de discriminación, acoso, abuso y violencia de cualquier tipo. Entre las que se encuentran la lucha por erradicar la violencia contra las diversidades sexuales.


Por Priscila Quiroga Toro – Comunicaciones Dirección de Igualdad de Género de la U. de Chile.