Bajo pandemia: CONFUSAM y otros actores proponen estrategia para fortalecer las APS

SANTIAGO – Pese a que la anterior cabeza del Ministerio de Salud intentó minimizar a la atención primaria en esta pandemia, su fundamental rol está siendo reconocido. Sin embargo, para que la APS desempeñe su tarea a cabalidad la estrategia debe ser clara, conocida, considerar a las y los trabajadores y estar financiada. En ese sentido, Confusam, colegios profesionales, alcaldes, gremios, la academia y pacientes aportaron sus conocimientos y vivencias para elaborar una propuesta al respecto. Esta fue entregada por el Colegio Médico a la Mesa Covid-19, donde participa junto al Gobierno y otras entidades.

La tarea de coordinar a los participantes fue dirigida por Soledad Barría, Directora del Departamento de Atención Primaria y Salud Familiar de la Universidad de Chile y por Jonathan Troncoso, médico de familia de la Universidad Católica.

La propuesta tiene cinco ejes y se basa en potenciar las tareas de trazabilidad, aislamiento de casos y estudio de contactos aprovechando la capacidad instalada así como la vinculación de la APS con territorios y comunidades.

Como primer punto busca reforzar el diagnóstico y estudio de contactos definiendo roles, funciones y responsabilidad. Al respecto, se indica que las tareas deben considerar: seguimiento clínico de casos confirmados, contactos y casos probables; trazabilidad de contactos; aislamiento efectivo en domicilio o residencias sanitarias; supervisión de cumplimiento de cuarentena y recursos económicos para implementar las medidas.

En segundo lugar, se plantea fortalecer las redes comunitarias e intersectoriales en los territorios. En ese sentido, la APS debe articularse con las organizaciones solidarias y autónomas así como con organismos públicos que proveen apoyo. De esta manera, se quiere potenciar el trabajo colectivo con la comunidad en promoción y protección en salud.

Como tercer lineamiento, se señala la necesidad de recursos y coordinación para sostener en red la continuidad de la gestión clínica de los casos. Así, se plantea mejorar la integración de la red entre equipos primario y terciario, estableciendo en cada urgencia hospitalaria un referente para la comunicación entre ambos. Se requiere fortalecer los SAR y ampliar los hospitales de campaña para cuidados intermedios, porque la APS no cuenta con el personal ni las instalaciones para hospitalizar.

En cuarto lugar, se propone reordenar las tareas habituales en los cesfam, aunque esto ya se ha hecho gracias a la capacidad de resiliencia de la APS. Los centros reorganizaron su atención y espacios físicos, generando turnos para prevenir contagios masivos, implementando  teletrabajo y telemedicina, despachando medicamentos a domicilio y manteniendo la atención presencial en pacientes crónicos descompensados, entre otros. En ese sentido, se pide no presionar ni fiscalizar desde la Seremi ni servicios de salud otras metas o resultados que no pueden ser priorizados en este momento.

 Por último, se abordan los problemas emergentes. Entre estos, se menciona mejorar la  información a las familias de hospitalizados, así como hacia la población sobre cuándo consultar, evitando sobreuso del sistema. También se remarca como indispensable garantizar la pertinencia cultural, el cuidado de la población con capacidades diferentes, los portadores de enfermedades raras así como mantener los cuidados en materia sexual y reproductiva, la alimentación y todos los derechos a los cuales la comunidad debe tener acceso.

Se destaca, por último, que resulta preocupante que el aumento de los recursos solo haya sido de un 2,17 por ciento siendo necesario mejorar el financiamiento para afrontar las nuevas tareas.

Seguridad y bienestar de las y los trabajadores

Por supuesto, un aspecto fundamental en la propuesta tiene que ver con el recurso humano. Al respecto, Gabriela Flores, presidenta de Confusam, señala que es fundamental “poner al centro del debate a las y los cuidadores, quienes están dando su mejor esfuerzo, con la certeza de que son parte de una lucha que será histórica para la salud pública de Chile”.

En ese marco, hizo hincapié en que es indispensable entregar seguridad a trabajadores y trabajadoras, porque de ello “dependerá llevar adelante las demás estrategias”. Por eso, se deben tomar medidas que permitan la disponibilidad de elementos de protección personal para todos y todas.

Específicamente, se señala en el documento que se deben revisar las circulares sobre uso de EPP y que todo trabajador en la misma habitación, sala, box clínico o cabina sanitaria con un paciente sin importar si es sospechoso o confirmado e independiente del procedimiento, debe tener acceso a un Respirador FFP2 de uso individual proporcionado por su empleador. Asimismo, plantean que se implemente un sistema eficaz de aseguramiento, de su integridad física, psíquica y laboral recibiendo atención y testeo oportunos, seguimiento y cuidados. Este debe considerar pólizas y pensión de sobrevivencia y orfandad dignas.

A su vez, se solicita difusión y capacitación de las orientaciones técnicas emitidas por la autoridad sanitaria; establecimiento de estrategias por fases adaptadas a la realidad local y que al terminar la pandemia, se establezcan descansos distintos al feriado legal.

Entre otros temas, se pide generar puntajes de capacitación automáticos para quienes han servido durante la pandemia por el detrimento en su carrera funcionaria y sobre la ley de trato usuario, se solicita reconocer lo conversado entre Confusam y Divap para reconocer en tramo uno a todas y todos los funcionarios de APS.

Por último Confusam remarca que un aumento real del per cápita para 2021 se vuelve sumamente necesario, y debe ser sobre los $ 2.000, manteniendo los PRAPS, programas, y convenios.