SANTIAGO – Los prototipos de ventilador mecánico y un sistema «split» -una técnica para utilizar un ventilador en dos pacientes-, elaborados por el proyecto «Neyun» de las empresas DTS y FAMAE, se encuentran pasando las últimas pruebas para solicitar autorización del Ministerio de Salud e iniciar su producción. Durante su desarrollo un grupo de académicos de la U. de Chile, entre los que se encuentran el profesor Juan Carlos Letelier de la Facultad de Ciencias -como coordinador científico-, y el Dr. Eduardo Tobar del Hospital Clínico del plantel (HCUCH), han colaborado en este esfuerzo para apoyar el combate a la pandemia de COVID-19.
Desde el 20 de marzo dos empresas paraestatales, «Desarrollo de Tecnologías y Sistemas» (DTS) -ligada a la Fuerza Aérea de Chile- y FAMAE -dependiente del Ejército- se encuentran desarrollando la iniciativa «Neyun» -respirar en mapudungun-, con el objetivo de ofrecer al país líneas de fabricación locales de ventiladores mecánicos y sistemas «split» para enfrentar de mejor manera la emergencia sanitaria, en momentos el que el número de contagios alcanzó los 250 mil, superando a España, y los fallecidos a más de siete mil.
A lo largo de los meses, aproximadamente 40 personas se han visto envueltas en el proyecto, entre ellas y ellos, el académico de la Facultad de Ciencias Juan Carlos Letelier, quien ha ocupado la posición de coordinador científico del mismo; y médicos del HCUCH, enfermeras; además de alumnos de magíster de la Facultad de Ciencias, como Gabriel Gálvez, y de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, como Rodrigo Rivera Carrillo.
El proyecto Neyun consiste en la fabricación de dos prototipos: un sistema split, que permite que dos pacientes puedan ser atendidos con un sólo ventilador, y un ventilador mecánico, de manera de poder maximizar los recursos disponibles en el país para enfrentar la emergencia sanitaria.
«Son dos máquinas muy distintas, pero en ambas es necesario utilizar sensores avanzados de flujo, de presión, así como válvulas de paso controladas por computadoras. No hablamos de dispositivos sencillos, sino que existe un elevado nivel de ingeniería», remarcó Letelier, quien destacó que el ventilador Neyun no utiliza una bomba Ambu para generar aire como algunos modelos, ya que los médicos intensivistas explicaron que no era una solución factible al no ser lo suficientemente robusta.
Ambos productos se encuentran en distintas fases de prueba. El Split ya pasó las evaluaciones mecánicas y clínicas en el HCUCH, mientras que el ventilador se encuentra en la fase de evaluaciones preclínicas con animales.
Al respecto el Dr. Eduardo Tobar, jefe Técnico de la Unidad de Pacientes Críticos del HCUCH y vocero de la Sociedad Chilena de Medicina Intensiva (SOCHIMI), explicó que el prototipo de Split ya pasó de manera satisfactoria por la revisión de CERTEMED, un organismo certificador de equipos médicos de la Universidad de Valparaíso, y ahora «pasamos directamente a prueba con pacientes con autorización de nuestro comité de ética. Hemos hecho evaluaciones con cinco pacientes por períodos cortos de dos horas, contra un pulmón de prueba».
Actualmente, el equipo se encuentra tabulando los resultados para enviarlos al comité de ética, «para poder continuar con la evaluación contra pacientes por 12 horas, que es lo más parecido al uso clínico que queremos darle, antes de que pase a la autorización del Ministerio de Salud (Minsal) para su uso regular con pacientes», agregó el Dr. Tobar.
Respecto al prototipo de ventilador producido por DTS, el facultativo destacó que también superó de forma satisfactoria las pruebas realizadas por CERTEMED; lo que se suma a las pruebas con animales. Con estas fases superadas, pasará pronto a la prueba de las primeras unidades a nivel de pacientes.
Uno de los desafíos complementarios que implica una iniciativa de esta envergadura tiene relación con la generación de una línea de montaje estéril. «Para poder conectar un ventilador mecánico estándar a un paciente, se necesita que todo el corrugado que va entre el aparato y el paciente pase por un proceso de esterilización, y que todas las conexiones entre medio también sean manejadas con el visto bueno de instituciones asociadas a la atención de salud y con ciertos procesos definidos para cada equipo. No es cosa de hacer un ventilador por ahí y llegar y conectárselo a un paciente, tiene que tener el visto bueno de control de infecciones para evitar que haya algo que pueda poner en riesgo al paciente», detalló el Dr Tobar.
Tobar destacó que si bien los prototipos de ventiladores que se han presentado son más simples que los modelos que se utilizan habitualmente, «éstos tienen que cumplir con lo que hemos definido como ‘buen control’, que es lo que se usa en los pacientes con este tipo de enfermedades. Es normal que los pacientes estén varios días o incluso semanas dormidos y dependientes del ventilador, y necesitamos que estos prototipos cumplan con un mínimo de requerimientos que definimos en la SOCHIMI. Por supuesto, el proyecto Neyun los cumple«.
Respecto a los próximos pasos, el profesor Letelier explicó que tras la autorización del Minsal, y la postulación a financiamiento con apoyo de CORFO, producirán una primera partida de equipos de manera de tenerlos listos en caso de necesidad. «Ojalá que no se necesiten, pero si se agrava el tsunami de contagios, hay que contar con estas soluciones. El split es una carta bajo el brazo, pero el ventilador Neyun además abre la puerta para tener, eventualmente, una producción nacional de estos equipos biomédicos», concluyó.
Esta iniciativa se suma a otras en las que participa la comunidad universitaria, entre las que destaca el proyecto «Bambú», en el que participan la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, FabLab, y el Hospital Clínico, y que ha desarrollado un prototipo de ventilador mecánico invasivo de emergencia a partir del diseño que el Massachusetts Institute of Technology (MIT) liberó a principios de año, con mayor robustez y consideraciones técnicas pensadas para una producción masiva.
Por Felipe Ramírez Sánchez