Por Gerardo Godoy | Cuidarnos es obra de todos

En las últimas dos semanas hemos visto cómo en Los Ángeles subieron los casos de contagiados por el COVID-19, luego de dos meses en que vimos desde lejos el avance de la pandemia. En nuestra zona, comunas que se habían mantenido libres del virus entraron a las listas, algunas fuertemente, como Laja o Alto Biobío.

Desde mediados de marzo nos encontramos en esta situación. La Cámara Chilena de la Construcción, al igual que otras empresas, comenzó con el trabajo a distancia para protegernos y proteger a las personas con las que nos relacionamos. Sin embargo, a pesar de lo duras que han sido estas medidas, debemos seguir porque recién estamos entrando a la zona complicada de los contagios.

Lo mismo han hecho las empresas constructoras, proveedores, contratistas, inmobiliarias y, en general, todos quienes tienen que ver con el ámbito de la construcción. La aplicación del Protocolo de Seguridad, que elaboró la Cámara siguiendo los lineamientos del Ministerio de Salud, ha colaborado en que los espacios de trabajo sean lugares seguros y de esa forma permite continuar con el trabajo que mantiene contratados a miles de obreros y obreras en la provincia. Se debe remarcar que eso ha contribuido a que el desempleo no aumente tan drásticamente como se espera.

Adherir al Protocolo de Seguridad es vital y hacemos un llamado a las empresas que todavía no lo han adoptado a hacerlo. La seguridad de los trabajadores y trabajadoras no es opcional.

De todos modos, nada es suficiente si el cuidarnos no nace desde nosotros mismos. Por más que se dicte una cuarentena o se envíen cientos de instructivos de seguridad, la primera línea de defensa somos nosotros mismos. Por eso, veo con preocupación el estudio de la Oficina Nacional de Investigación Económica de Estados Unidos, que arrojó que Chile es uno de los países que menos respeta el lavado de manos y el distanciamiento social. Se sabe desde un principio que esas dos son, junto al mantenerse en casa, las medidas más efectivas para prevenir un contagio. Son, además, las que tenemos más a la mano, sea cual sea nuestro nivel socioeconómico.

Quiero finalizar esta columna haciendo un llamado a todas las personas de nuestra provincia a protegerse y proteger a los suyos. Hacerlo no es solamente para cuidarse uno mismo sino para cuidar al resto, lo cual, en una pandemia como la que atravesamos, es la única forma de comenzar a superar esta montaña. Cuidarnos es obra de todos.


LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE LA RAZÓN

Por Gerardo Godoy – Presidente de la Cámara Chilena de la Construcción Los Ángeles.