Jaime Urbina Torres, el alcalde de la localidad peruana de Tantará, decidió salir a beber junto a unos amigos en plena cuarentena. Una vez que se topó con los uniformados, se hizo pasar por muerto, pero algo salió terriblemente mal.
El divertido incidente ocurrió el 18 de mayo, pero no se hizo viral hasta ahora. El alcalde salió a beber licor sin cumplir el distanciamiento social obligatorio. La Policía local recibió un aviso y se dirigió al lugar de la fiesta. Por su parte, el político —que se encontraba en estado de embriaguez— no tuvo mejor idea que ponerse una mascarilla y meterse en un ataúd sin tapa para hacerse pasar por una víctima de COVID-19.
En cuanto a sus amigos, hicieron lo mismo con otros féretros que se encontraban en el sitio.
Sin embargo, no lograron convencer a los uniformados, así que todos fueron descubiertos y trasladados a la Comisaría local.
El 9 de mayo, Urbina Torres fue obligado a asistir una reunión de emergencia por no adoptar las medidas necesarias para frenar la propagación del virus en su localidad.
Perú es el segundo país de América Latina con más casos de coronavirus: hay más de 104.000 contagiados en el país latino, con un balance mínimo de 3.024 fallecidos.