Entrevista a la Neumóloga Dr. Laura Mendoza sobre enfermedades respiratorias y COVID-19

SANTIAGO – La académica de la Facultad de Medicina y presidenta de la Sociedad de Enfermedades Respiratorias de Chile, participó de la nueva transmisión en línea de entrevistas de Prensa U. de Chile. En esta oportunidad, la conversación giró sobre la proliferación de las enfermedades de invierno y el avance de la pandemia en el país, a propósito de lo cual la experta advirtió que mantener en sus casas a jóvenes y niños podría ser útil para contener la propagación de enfermedades, y el consiguiente colapso del sistema de salud. «En nuestro país esta pandemia se ha vuelto una realidad muy crítica», dijo la neumóloga.

Nuestro país suma ya 53.617 casos de personas contagiadas y 544 fallecidos por causas vinculadas al COVID-19, y las consultas por afecciones respiratorias se han disparado durante estos días en los recintos de salud del país.

Para conversar sobre los cuadros respiratorios que desarrollan algunos pacientes con COVID-19, y también, sobre la emergencia de los virus respiratorios invernales, la neumóloga del Hospital Clínico de la U. de Chile y académica de la Facultad de Medicina conversó con quienes se conectaron a una nueva transmisión de Prensa U. de Chile a través de Facebook Live.

Grupos de riesgo, medidas de prevención y la situación que viven los pacientes con enfermedades respiratorias vinculadas a COVID-19, fueron parte de los temas tratados durante este espacio abierto a público.

Diversos estudios han demostrado que el tabaquismo aumenta las probabilidades de desarrollar una neumonía grave por Covid-19, y también influye en un mayor aumento de la mortalidad de los pacientes.

«Todos los años aumentan los cuadros respiratorios agudos en las estaciones de otoño, y especialmente en invierno. Tenemos influenza, virus respiratorio sincicial, adenovirus y las complicaciones de ellos con neumonía, pero ahora nos enfrentamos a una pandemia inédita, de un coronavirus que ha mutado y nos encuentra a los seres humanos sin defensas ante él, y por lo tanto somos una gran población susceptible. En nuestro país esta pandemia se ha vuelto una realidad muy crítica, y vemos que van aumentando los contagiados, y en estas semanas se puede dar un cruce entre el COVID-19 y los cuadros respiratorios que comienzan a partir de mayo con un incremento más importante en el invierno», advirtió la Dra. Mendoza, antes de comenzar a responder las consultas de la audiencia que se sintetizan a continuación.

¿Cómo se explica que personas que no son de la tercera edad ni tienen enfermedades respiratorias previas u otro tipo de enfermedades de base, puedan hacer cuadros de neumonías tan graves por COVID-19? ¿Es esto algo aleatorio o podrían influir otro tipo de factores, por ejemplo, genéticos que desconocemos?

Puede haber factores que desconocemos porque este es un virus nuevo. La población de riesgo está compuesta principalmente por los adultos mayores, en quienes la letalidad es mucho más alta desde los 70 años hacia arriba, y las personas con condiciones crónicas, como enfermedades cardiovasculares, hipertensión, diabetes y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). En los jóvenes puede ser algo aleatorio, porque en la medida que se va a afectando más gente puede afectarse población que no es característica de los cuadros más graves. Eso se da siempre en medicina, pero hay dos características que se han descrito en diversos estudios, que llaman la atención en la gente joven: la obesidad y la relación del tabaquismo con ser un factor de riesgo para toda la población adulta. Para la gente joven el ser fumador también puede ser un factor de riesgo. Podrían haber otros factores, genéticos o ambientales que se están investigando

En el caso de personas que sufren enfermedades respiratorias como EPOC, rinitis alérgica o asma bronquial, ¿tienen más riesgo de contraer COVID-19 que las personas sin enfermedades pulmonares, o son más propensas a que se les agrave la enfermedad en caso de contagio?

Su cuadro se agrava más en caso de contagio para los pacientes con EPOC, ellos están considerados como un grupo de riesgo, y tienen mayor riesgo de hacer la enfermedad sintomática. Una infección viral a ellos los descompensa mucho. La EPOC es una inflamación sistémica que es causada en un 90 por ciento por el tabaquismo, aunque los pacientes hayan dejado de ser fumadores.

Con el asma no pasa lo mismo. Lo que se ha demostrado hasta ahora es que la población de asmáticos no es un grupo especial de riesgo ni para contagiarse, ni para tener un COVID grave. Obviamente, pueden desarrollar un COVID grave, al igual que otros grupos que no son de riesgo, pero no se ha demostrado eso ni para el asma ni para la rinitis alérgica.

Creo que hay algo ahí que tiene que ver con que la EPOC se presenta en personas mayores, desde los 40 años hacia arriba, y aumente con la edad. Además, la EPOC se caracteriza por tener comorbilidades: coexiste con hipertensión, enfermedad cardiovascular, trastornos metabólicos, trastornos del ánimo, y eso también puede tener que ver. Además, tiene exacerbaciones recurrentes que aumentan su estado inflamatorio.

¿Qué tipo de enfermedades respiratorias se agudizan en el invierno y cuál es la razón? Pensando en el contexto actual en que más que nunca debemos evitar enfermarnos, ¿qué medidas de prevención podemos tomar para no contraer esas enfermedades?

Las enfermedades que ocurren en estos meses son predominantemente los virus respiratorios, como el virus de la influenza, sincicial, adenovirus y otros, que aumentan en los meses de invierno. El frío en sí no es un factor de riesgo causal de estas infecciones respiratorias, pero si nos lleva a que estemos más aglomerados, a que usemos calefacción que muchas veces es contaminante, que también contribuye, y al tabaquismo pasivo.

En Chile, un tercio de las personas son fumadores activos, ya sea diario u ocasional, y en un 15 por ciento existe tabaquismo pasivo, lo que quiere decir que en un 15 por ciento de los hogares se fuma dentro del hogar. Eso contribuye mucho a la contaminación. Y cuando hace frío se cierran las ventanas para evitar que entre el frío, entonces hay menos ventilación, hay más hacinamiento, y todo eso contribuye a estas enfermedades respiratorias.

¿Qué podemos hacer? Por una parte, tratar de ventilar, evitar la calefacción contaminante, tratar de evitar completamente el tabaquismo pasivo y activo. Por otro lado la vacunación contra influenza es muy útil, y la adherencia a la vacuna sobre todo en los grupos de riesgo es muy importante. Estos virus se transmiten de similar forma al nuevo coronavirus, por las cutículas respiratorias, el contacto con las manos, por lo tanto, estas medidas que nosotros estamos incorporando -lavado frecuente y correcto de manos, distanciamiento social, uso de mascarillas- son también una forma de prevenir todos los virus respiratorios.

Ya hemos visto un colapso del sistema de salud, y si se piensa que las condiciones ambientales y la aparición de otros virus estacionales podrían agravar aún más la situación de aquí en adelante, ¿qué medidas nos pueden ayudar a contener este escenario? Por ejemplo, ¿ayuda el continuar manteniendo cerrados los colegios?, o ¿tomar algún tipo de suplemento vitamínico?

Además de las medidas de prevención promovidas para evitar el contagio y la vacunación contra la influenza, es importante insistir en la prevención del tabaquismo. Respecto a los suplementos vitamínicos no han demostrado ningún beneficio respecto al contagio o tratamiento del COVID-19. Sí creo que en los próximos dos meses no sería conveniente que volvieran los escolares a clases, ni las universidades retomaran las actividades presenciales, porque efectivamente son estos meses los más críticos que vienen, con la confluencia de los cuadros respiratorios típicos de los meses de invierno y esta pandemia que viene en ascenso.

Es súper importante tratar de prevenir contagiarse. Muchos de los jóvenes van a hacer un cuadro leve o incluso asintomático, pero sabemos que ellos sí son contagiosos, y lo pueden transmitir a población de riesgo que probablemente haga cuadros súper complejos.

Pensando en los cuadros de tos que suceden mucho en esta época del año, ¿es cierto que, ante tos leve, incluso si tenemos COVID-19, debemos esperar que pase sin tomar medicamentos?

Así es, realmente ante todos los cuadros respiratorios, los broncopulmonares hacemos hincapié en que no hay que abusar de todos estos medicamentos que no tienen una evidencia científica demostrada de que ayuden a mejorarse. Todos esos jarabes para la tos, estimulantes de la inmunidad, etc.

Un cuadro respiratorio viral agudo que produce un resfrío o una gripe, en una persona que no es de riesgo, lo que hay que hacer es esperar que pase la tos, hidratarse bien, alimentarse bien, hacer un poco más de reposo, y esto debería pasar dentro de una semana.

¿Cuántos días podría durar un cuadro respiratorio de leve a moderado producto del COVID-19?

Lo normal es que no más allá de una semana, deberían durar entre cinco y siete días.

¿Por qué quienes fuman tienen mayor riesgo contagio  y  de  enfermar  gravemente  por  COVID?

Una de las razones que se argumenta es que el fumador, ya sea de tabaco, cigarrillos, cigarrillo electrónico, marihuana, etc., hace un gesto de llevar frecuentemente la mano a la boca para aspirar, y ya sabemos que este virus se transmite por el contacto directo de las cutículas respiratorias. Este gesto repetido que realizan los fumadores claramente puede aumentar la probabilidad que un virus llegue a la boca o nariz y se produzca una enfermedad. En ese sentido, sí aumenta la infectividad y eso también se produce con otros virus.

Por otro lado, el tabaco es un factor de riesgo principal de una epidemia que nosotros tenemos hace bastante tiempo ya en Chile y en el mundo, que son las crónicas no transmisibles -enfermedades cardiovasculares, diabetes, EPOC-, y vemos que ahora la gente que sufre estas enfermedades tiene mayor riesgo de gravedad del coronavirus, además de otras inflamatorias agudas, virales o bacterianas. Por otra parte, el tabaco produce una inflamación de la vía aérea, y esta inflamación parece gatillar que haya mayor permeabilidad a la entrada de los virus respiratorios en nuestra vía aérea alta y baja.

Desde la Sociedad de Enfermedades Respiratorias, que usted preside, respondieron de forma bastante tajante a un supuesto estudio que establecía que el tabaquismo podía incluso favorecer la respuesta de las personas contagiadas con COVID-19. ¿Por qué esa hipótesis no tenía realmente ningún asidero?

A nosotros nos llamó mucho la atención porque los primeros reportes de China demostraban que la proporción de contagiados era más alta entre los pacientes fumadores que entre los no fumadores. Incluso habíamos revisado algunos estudios que demostraban que el tabaco implicaba un factor de riesgo, que hacía hasta catorce veces más alta la posibilidad de tener una neumonía grave por COVID. Luego, distintos de estudios demostraron que la EPOC y el tabaco eran factores de riesgo claros en el desarrollo de neumonías graves por COVID y mayor mortalidad. Entonces, nos llamó mucho la atención de dónde venía esta información, y encontramos que se referían a uno de los estudios chinos que ya habíamos estado revisando, y que en ningún caso demostraba que el tabaco podía ser favorecedor.

Lo encontramos muy sospechoso, y claramente desorientador para la población, porque si sabemos que el tabaquismo es un factor de riesgo importante en muchas enfermedades, que se diga que puede ser protector en este momento en que la gente busca desesperadamente medidas para tratar de evitar enfermarse, lo consideramos peligroso. Pensamos incluso que esto pudo promovido por las mismas tabacaleras.

Cuando una persona pasa a ventilación mecánica, ¿cuál es el tiempo promedio que tarda en recuperar su capacidad pulmonar y logra ser desconectado?

En promedio, dentro de un mes o dos meses la capacidad respiratoria vuelve a ser prácticamente normal. Hay pacientes que presentan mayores secuelas, y eso tiene que ver con la gravedad de la neumonía que ha tenido ese paciente y sus condiciones previas.

Si un paciente ha tenido una estadía prolongada en UCI va a quedar mucho más complicado y su recuperación va a ser más lenta, no sólo en lo respiratorio, también se produce una polineuropatía, una emaciación muscular, mal nutrición, toda una serie de factores que influyen en que la recuperación sea más lenta.

Se está describiendo además que pueden quedar con secuelas, algún componente de fibrosis pulmonar, y a ellos hay que verlos a más largo plazo, pero creo que lo principal es decir que la gran mayoría de los pacientes que tienen una neumonía por COVID y reciben un tratamiento adecuado, aunque sean graves, se van a recuperar totalmente como con otras neumonías. Sólo un porcentaje pequeño podría quedar con estas secuelas que no solo son respiratorias sino también del tipo locomotor, y por lo tanto, juega un rol muy importante también proveer de una rehabilitación precoz a los pacientes para evitar estas secuelas.

En Chile la letalidad en la UCI de los pacientes que ingresan por neumonía grave de COVID-19 es baja y eso habla que se está teniendo un enfrentamiento bien exitoso en los servicios de salud.


Por  Francisca Siebert y Muriel Solano