Infectólogo Miguel O’Ryan sobre el avance de la pandemia en Chile: «Las próximas tres semanas son críticas para saber si tenemos la capacidad de mantener este virus bajo control»

SANTIAGO – El académico de la Facultad de Medicina e integrante del Consejo Asesor Covid-19 del Ministerio de Salud conversó sobre el avance la pandemia en Chile, en una nueva edición del streaming de Prensa UChile. Sobre el continuo avance de nuevos casos en el país, el infectólogo enfatizó: «Debemos seguir con las barreras de distanciamiento para aplanar la curva, y así las personas que van a tener la infección grave sean las menos posibles, de tal manera que nuestro sistema de salud de abasto, y básicamente tengamos una menor letalidad».

Este martes 12 mayo se registraron 1.658 casos de nuevos contagios de Covid-19 en Chile, cifra que representa un nuevo récord en el número de contagios diarios y marca un alza sostenida de la pandemia en nuestro país durante los últimos días.

Para conversar sobre la actual situación sanitaria y responder dudas sobre el nuevo coronavirus que impacta a gran parte del planeta, el infectólogo Miguel O’Ryan, Profesor Titular de la Universidad de Chile, investigador del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Facultad de Medicina y del Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia, y miembro del Consejo Asesor Covid-19 del Ministerio de Salud, participó este mediodía en una nueva transmisión de Facebook Live de Prensa UChile.

«No había ninguna duda de que el virus se iba a ir desplazando por la Región Metropolitana, y la inquietud era qué iba a ocurrir cuando llegara a las zonas hiper pobladas. Llegamos a la situación que estamos viviendo del 1 de mayo a la fecha, donde se nota un aumento significativo de casos que tiene varios componentes, pero el más relevante es que es un aumento real de casos: las curvas de crecimiento se ven en las zonas hiperdensas de Santiago, pero también se ven ahora curvas ascendentes en aquellas zonas donde hubo cuarentenas y salieron de ellas», comenzó señalando el académico sobre la situación actual que atraviesa nuestro país en relación al Covid-19.

Considerando los números que hoy mostraron más de 30 mil casos de contagios desde el inicio del brote en el país, el Dr. O’Ryan, enfatizó: «estamos a dos meses y una semana de los primeros casos y todavía tenemos un virus que va para arriba, que va a requerir mucho esfuerzo para controlarlo. Yo diría que las próximas tres semanas son críticas para saber si tenemos la capacidad en conjunto de mantener este virus bajo control, que es el único objetivo que podemos tener. Con esto no me refiero a impedir completamente que ocurran casos, porque eso es imposible. Lo que hay que hacer es seguir la barrera de distanciamiento para aplanar la curva, y así las personas que van a tener la infección grave sean las menos posibles, de tal manera que nuestro sistema de salud de abasto, y básicamente tengamos una menor letalidad», afirmó.

Vamos a tener que seguir viviendo con este distanciamiento, uso de mascarilla y lavado de manos, por un buen tiempo más, y eso puede ser muchos años, afirmó el Dr. ORyan.

Luego de estas palabras introductorias, el infectólogo respondió durante de cerca de cuarenta minutos las dudas de quienes se conectaron a la transmisión, sintetizadas a continuación:

Después de varias semanas en que el avance de la pandemia parecía estable en Chile, con cerca de 300 y 400 casos positivos diarios, hemos visto un aumento importante de casos, y de la tasa de positividad que hoy de hecho llegó a cerca del 16 por ciento, ¿qué motivos podrían explicar este incremento en los números que comenzamos a ver desde el 30 de abril en adelante?

Tenemos que entender que este es un virus que se mueve a través de las personas, se va desplazando de una persona a otra por vía respiratoria, manos o superficies contaminadas. El virus tiende a producir brotes donde hay aglomeración de personas, y esos brotes tienen un comportamiento diferente, dependiendo de las características de las poblaciones. Se han escuchado menos casos en localidades rurales, en pueblos muy espaciados, porque justamente en esos lugares las personas viven más espaciadas y el riesgo de contagiarse es menor. Entonces, lo que ha ocurrido es que la gran concentración de casos nuevos que se producen a partir del 1 de mayo es por la ocurrencia de casos en las zonas Occidente, Sur y parte de la zona Norte de la Región Metropolitana, que son áreas hiper concentradas de población, en las que uno veía en marzo y abril, que no había capacidad de que las personas guardaran voluntariamente las distancias necesarias. Y esto a veces no depende sólo de la voluntad, sino de las condiciones de vida. Eso es lo que estamos viviendo ahora, y la esperanza es que con la medida de restricción de cuarentena impuesta ya hace cuatro o cinco días en esta zona, podamos controlar este incremento de casos a tiempo, de modo de evitar que el brote se expanda y las camas críticas disponibles disminuyan.

Hoy el Ministerio de Salud informó de 1.658 nuevos casos de contagiados, una cifra récord en lo que va de pandemia en Chile, ¿esto nos indica que ya estamos en el peak de la enfermedad o cuál se espera que podría ser el peak?

Es complejo hablar de peak en un país como Chile, que tiene más de 4 mil kilómetros de largo, diferentes climas, diferentes poblaciones y donde cada provincia va a ir teniendo su comportamiento. Ya algunas regiones en el sur van disminuyendo los contagios y uno podría decir que ahí ya pasó el peak; hay algunas que iban disminuyendo y hay un pequeño aumento ahora, y esperamos que no suba mucho. Si hablamos de la Región Metropolitana, uno ve que estuvimos en un crecimiento lento, pero ya al trasladarse los contagios a las zonas hiper pobladas estamos en pleno crecimiento. La esperanza es que implementadas las cuarentenas en estas zonas, los casos van a seguir aumentando probablemente por siete a diez días, que es lo que demora en hacer impacto la cuarentena, para luego empezar el aplanamiento y ojalá la disminuciónSi hablamos sólo de la Región Metropolitana, podríamos esperar que este brote que estamos viendo ahora, podría llegar a su tope en dos o tres semanas más. Si vamos a requerir eventualmente más medidas, lo más probable es que sí, porque todavía hay comunas populosas que no están en cuarentena donde el virus se puede trasladar, y si siguen creciendo los casos en el sector Oriente, se puede requerir una reintroducción en cuarentena para el sector, o incluso una cuarentena absoluta si vemos que esto va muy rápido. Son todos escenarios posibles y la autoridad tendrá que ir evaluando cuán masivas van a tener que ser de aquí a las próximas semanas.

Respecto a la tasa de positividad, en la misma actualización de hoy se informó que esta alcanzó cerca de un 16 por ciento, ¿qué nos está demostrando este indicador hoy?

Esa tasa es un reflejo de la realidad. ¿Por qué es importante la positividad? Porque uno podría argumentar que aumentan los casos positivos porque estamos haciendo más test. Efectivamente al principio se estaban haciendo 1.500 test y ahora estamos haciendo diez veces más, varía de un día a otro, pero esa es una buena noticia y en ese sentido la estrategia chilena se destaca a nivel latinoamericano porque estamos mostrando más cercanamente la realidad de los casos. Hoy estamos testeando más, pero aumenta también el porcentaje de nuevos casos y eso es una demostración patente de que hay más casos reales ahora que los que había al comienzo de la pandemia.

La letalidad en nuestro país se ha mantenido baja. Tras estos días de aumento de casos y ya con cerca de 500 pacientes en ventilación mecánica, ¿podríamos esperar un aumento de la letalidad en el país en las próximas semanas?

Primero es importante señalar por qué se muere la gente con Covid-19 y quiénes están en riesgo de fallecer. Si algo aprendimos de Europa rápidamente es que el riesgo fundamental eran los adultos mayores y había que protegerlos. En ese sentido, nuestro país adoptó medidas muy eficientes para evitar que esto ocurra, como la protección precoz de las casas de reposo que dependen de las autoridades sanitarias y previsión social del país, y los brotes que ha habido fueron pocos. Lo otro que claramente aprendimos fue que había que fortalecer el sistema de salud. Si no hubiéramos fortalecido como país el sistema de salud, aumentado las camas críticas de las 700 u 800 que había al comienzo de la pandemia a las 1.700 que tenemos ahora, estaríamos hablando de otra historia. Lo que ocurrió en Italia es que no sólo se estaban muriendo las personas mayores, sino que empezaron a fallecer personas más jóvenes, que con buena ventilación mecánica, sí se podían salvar. Las personas que entran con una neumonía grave a ventilación mecánica, en países donde hay buenas unidades de cuidados intensivos, como es Europa y Chile, es baja, porque nuestros intensivistas logran sacar adelante a estas personas en un buen porcentaje de casos. Yo tengo la esperanza que la tasa de letalidad va a seguir siendo baja porque vamos a seguir cuidando a nuestros adultos mayores, porque la capacidad hospitalaria no va a ser sobrepasada si ponemos todas nuestras fuerzas en eso, y tercero, porque si como país todos tenemos la capacidad de hacer las cuarentenas de forma apropiada y los jóvenes, que son los grandes transmisores de este virus, mantienen el distanciamiento, el uso de mascarilla y el lavado de manos, vamos a poder entrar en la curva de disminución del virus a fines del invierno, inicios de la primavera, para tener una epidemia controlada ya hacia la época de primavera/verano.

Siempre se habla de que las próximas semanas o el próximo mes son críticos, pero pareciera que la población sin inmunidad a la infección seguirá siendo la mayoría incluso luego de dos o tres meses más, ¿cuándo se podrá volver a la normalidad sin distanciamiento social? ¿Semanas, meses o años?

Ha habido información algo confusa, porque en algún momento, quizás haciendo homología a lo que son las infecciones respiratorias en general, se habló que se iba a infectar una gran parte de la población y que llegando a un 60 por ciento de la población infectada se produciría la inmunidad de rebaño, y eso es suficiente para que el virus no pueda seguir expandiéndose y disminuya en forma natural. Pero ya va quedando patente que no va a ser la situación con este SARS-CoV-2. En esta primera ola es muy probable que no se infecte más allá de un 7 u 8 a un 20 por ciento como tope. De hecho, lo que estamos viendo de los países que ya pasaron sus peak y están en baja, es que no se infecta más allá del 15 por ciento de la población y el resto de las personas van a quedar susceptibles. Entonces, vamos a tener que aprender a convivir con este virus, probablemente hasta que tengamos una vacuna, o un buen tratamiento que pueda ser usado precozmente para quienes están avanzando a una fase más severa. Por lo tanto, vamos a tener que seguir viviendo con este distanciamiento, uso de mascarilla y lavado de manos, por un buen tiempo más, y eso puede ser muchos años.

¿Existe la posibilidad que la gente se contagie de Influenza y Covid-19? ¿Esto agravaría la mortalidad?

Es posible, pero no hay a la fecha -que yo tenga conocimiento-, de la ocurrencia de esto o de que sea una ocurrencia significativa. Lo que sabemos es que la coinfección con virus respiratorios existe. Todos los años hay por lo menos cinco tipos de virus respiratorios, y a veces encontramos hasta tres virus en un mismo paciente. En general, los estudios sugieren que por lo general las coinfecciones virales no necesariamente son más severas. De tal manera, que por ahora no hay evidencia de que una coinfección con Influenza, necesariamente vaya a resultar en una infección más grave, ya sea por el Covid-19 o por la Influenza.

Hay diversos tratamientos que se están probando alrededor del mundo para el tratamiento de pacientes con Covid-19. ¿Qué tipos de tratamiento se están dando a los pacientes que se agravan por Covid hoy en nuestro país?

En el mundo hay cerca de 30 medicamentos que se están evaluando y no hay en estos momentos ninguno que esté validado. La Hidroxicloroquina que agarró tanto vuelo al principio está perdiendo cada vez más vigencia y utilidad para el tratamiento de pacientes en una etapa moderada y avanzada, ahora se sugiere que a lo mejor funciona en fases más precoces. Hay un antiviral específico que ha demostrado que podría tener un efecto positivo en personas en etapas moderadas a graves de la enfermedad, pero todavía tampoco se sabe con certeza, y ese antiviral además no está en Chile. De tal manera que el tratamiento hoy en Chile se basa en mantener al paciente bien hidratado, con los pulmones funcionando adecuadamente, y cuando ya se empieza a agotar la persona se mantiene el pulmón funcionando con el ventilador mecánico hasta que el sistema inmune logre eliminar el virus por sí solo. Y como ocurren infecciones bacterianas en este complejo escenario, usar antibióticos cuando hay que usarlo, además de un conjunto de drogas baso activas para mantener a la persona con los vasos sanguíneos funcionando bien y la presión arterial bien, porque se puede producir una complicación sistémica general, vascular, renal, y lo que se llama el compromiso multisistémico y eso es lo que están haciendo los equipos médicos para mantener vivas y salvar a las personas que están en dificultades por Covid-19.

Hay recintos médicos en los que se ha usado plasma de pacientes recuperados de Covid-19 en pacientes graves. Aunque esto se realiza de forma experimental, ¿hay resultados positivos en Chile respecto a este tipo de tratamientos?

Es importante ser cautelosos respecto a la información que damos a la población sobre todo tipo de posibilidades, porque está bien mantener un cierto grado de esperanza, pero tienen que estar bien centradas. En este sentido, el uso de plasma o anticuerpos plantea que esos anticuerpos podrían proteger a la persona que está con una infección aguda de una manera más rápida. Es lo que se llama inmunidad pasiva. Es una estrategia que se ha utilizado para múltiples enfermedades con cierto grado de éxito: hepatitis, virus Hanta, con experiencias iniciales interesantes. Puede ser que resulte, pero al igual que otros tratamientos es difícil evaluar en la medida que uno no tiene estudios controlados, sino solo experiencia clínica. Eso es algo que es valedero pero hay que mirarlo con cautela. Son estrategias que se están evaluando a nivel mundial y el tiempo nos dirá cuál eficaz va a ser. Por ahora, es una estrategia válida para ser evaluada en personas graves, en quienes además uno no está ofreciendo mucho más tratamiento, ¿por qué? Porque es una estrategia relativamente segura, y ya hay bastante experiencia que señala que en sí mismo no produce daño como estrategia terapéutica.


Por Francisca Siebert y Muriel Solano U. de Chile.