A pesar de que el uso de contraseñas es cada vez más necesario en internet, muchos usuarios siguen apelando a claves fáciles de hackear como «123456» o «qwerty». Ante el aumento del cibercrimen durante la pandemia, los expertos aportan ideas sobre cómo crear contraseñas verdaderamente seguras.
Desde hace años, el primer jueves del mes de mayo se conmemora el Día Mundial de la Contraseña, una jornada dedicada a conmemorar estas claves que, ya casi sin darnos cuenta, utilizamos cada vez con más frecuencia en más sitios y dispositivos.
Existentes desde la antigüedad, cuando eran necesarias para lograr el acceso a clubes o reuniones secretas, las contraseñas se convirtieron en algo habitual para las personas con el desarrollo de la informática. Desde hace años, los usuarios deben idear y recordar contraseñas para ingresar a casillas de correo electrónico, cuentas en redes sociales, cuentas bancarias, plataformas educativas y cuentas de usuario en casi todas las páginas web que visitan con frecuencia.
Pero lo que existe para garantizar la seguridad puede tornarse un arma de doble filo si el usuario no piensa sus contraseñas con cuidado, haciendo que sean fácilmente detectables por piratas informáticos. Para comprender esto basta con mencionar que, según recuerda la compañía de seguridad informática ESET, en la actualidad las contraseñas más comunes utilizadas por los usuarios siguen siendo «123456», «qwerty» o la propia palabra «contraseña».
Muchos usuarios también apelan a pequeñas variaciones de la misma contraseña para todos sus sitios, algo que también es desaconsejado por los especialistas debido a la vulnerabilidad de este método.
«Si bien tratar de recordar múltiples contraseñas es una molestia, las consecuencias de una contraseña débil pueden ser terribles. Las violaciones de datos y los robos a gran escala de información personal aumentaron en frecuencia, y la situación del coronavirus exacerbó esto aún más», advierte Camilo Gutiérrez, jefe del Laboratorio de Investigación de ESET Latinoamérica.
En efecto, los ataques cibernéticos se multiplicaron con la pandemia, al obligar a la población mundial a utilizar herramientas virtuales con más frecuencias. La plataforma Zoom, que ganó gran popularidad en los últimos meses, ha recibido infinidad de ataques. Incluso, comentó Gutiérrez, la propia compañía reveló que medio millón de contraseñas robadas en la aplicación estaban a la venta en la deep web.
A pesar del creciente uso de contraseñas, es posible que en el futuro cercano dejemos de apelar a letras, números y símbolos para resguardar los datos personales. Según el especialista, el uso de la huella digital y mecanismos de identificación biométrica parecen ser los caminos a seguir en los próximos años, aunque dejar en el olvido a las contraseñas tradicionales parece no ser algo inminente.
Mientras tanto, los especialistas recomiendan utilizar contraseñas más seguras. Para esto, González comparte un método de cuatro pasos para crear claves más difíciles de adivinar por parte de los cibercriminales.
¿Cómo crear una contraseña segura?
- Elegir alguna palabra o número que te resulte fácil de recordar, difícil de adivinar. Por ejemplo: «welivesecurity».
- Agregar mayúsculas y minúsculas a esa palabra. Ejemplo: «WELiveSecurity».
- Sumar números y símbolos a la frase, sustituyendo algunas letras. Ejemplo: «WeL1v3SEcur1ty».
- Transformar la palabra en una frase. Ejemplo: «M3Gust@LeErWeL1v3SEcur1ty».