El sexo es un calmante para el estrés, tiene el poder de mejorar el estado de ánimo, reducir la figura y aumentar la longevidad. Pero, ¿qué les sucede a las personas en confinamiento que no tienen relaciones sexuales?.
Al tener relaciones sexuales, las personas se tocan la piel. Ese contacto es la principal forma con la que los humanos se consuelan, recuerda Dacher Keltner, un sociólogo de la Universidad de California en Berkeley, citado por Infobae. Sin el contacto táctil, la gente pierde el sentido de ser parte de la comunidad.
«El tacto es una condición social tan importante como cualquier otra cosa. Reduce el estrés. Hace que las personas confíen unas en otras. Permite la cooperación. Cuando miras a las personas en confinamiento solitario que sufren de privación táctil, vez que pierden la sensación de que alguien les respalda, que son parte de una comunidad y están conectadas con otros», aclara Keltner.
La conexión sexual libera la famosa hormona del bienestar, la oxitocina. Las hormonas de la alegría, las endorfinas, elevan el estado de ánimo y también se producen durante el sexo. Sin estos estímulos naturales, las personas pueden ser propensas a sentirse más deprimidas, lo que se suma a la depresión que ya tienen por la pandemia y el confinamiento.
«El encuentro sexual es una parte fundamental de la vida interpersonal. Sentimos el deseo, la intensidad del amor y del placer, nos entregamos al otro sin perder la individualidad y tenemos la capacidad innata de proyectar la vida en compañía. En síntesis: el gran desafío de ser singulares en una experiencia íntima compartida. Si esa fuerza llamada libido es inherente a lo humano, la represión o sublimación de la misma son adquiridas. La vida sin sexo tiene sus consecuencias fisiológicas y anímicas», explicó a Infobae Walter Ghedin, médico psiquiatra y sexólogo.
Los neurotransmisores más importantes para el sexo son la dopamina, la noradrenalina y niveles adecuados de serotonina. La dopamina hace crecer el deseo y el tono muscular del cuerpo; la serotonina mejora el ánimo y permite concentrarse en el acto sexual sin temor, detalló Ghedin.
Beneficios del sexo para la inmunidad
Según una investigación publicada en la revista médica Frontiers in Immunology, las endorfinas que se producen durante relaciones sexuales incluso mejoran el sistema inmunológico, lo que es especialmente importante en la época de la pandemia.
«Sentirse validado, seguro, comprendido y el hecho de tener la posibilidad de poder brindar lo mismo a un compañero genera un estado de enorme bienestar. Esto es, en definitiva, lo que beneficia a las personas y activa su sistema inmunológico», indicó Beatriz Literat, médica sexóloga clínica y ginecóloga del Departamento de Gineco-Sexo-Estética de Halitus Instituto Médico.
Los peligros de la falta del sexo
En el caso de las personas mayores, como las mujeres en la menopausia u hombres de la misma edad, quedarse sin sexo durante largo tiempo es peligroso. Sin penetración vaginal, las paredes vaginales de las mujeres pierden su grosor y la vagina pierde la capacidad de lubricarse. La musculatura del pene también es capaz de atrofiarse.
«El coito regular protege contra el desarrollo de la disfunción eréctil y en el caso de las mujeres las protege contra la atrofia vaginal», sostuvo Mariana Kersz, psicóloga especialista en terapia de parejas y sexóloga.
Sin embargo, todos los médicos resaltan que, aunque la falta de sexo genera estrés y baja el nivel general de energía y bienestar, no conduce a una depresión aguda e incluso puede ser un buen estímulo para el crecimiento personal.