Por Carolina Hidalgo Raposo | ¡Sí! Hay un virus

“No podemos matar la economía por salvar vidas”
Carlos Soublette

Un gran titular que solo deja al descubierto la decadencia de un país gobernado por la soberbia, la élite, el poder económico y la terquedad. Un gobierno que en lo principal ha tomado medidas para mitigar y facilitar la economía individual del empresariado, olvidando que las empresas existen; siempre y cuando, tengan una fuerza laboral que la desarrolle.

En estas semanas pandemia en el país, los trabajadores se han visto brutalmente abusados y afectados de manera física, mental y por sobre todo económica. Cada declaración realizada por el ejecutivo solo ha dictado de su terquedad que lo domina, de tal manera que le ha permitido instaurar leyes que dañan, una vez más, a la misma población que gritó fuertemente en un estallido social.

Este es un país con una sociedad sometida por un estado reactivo y no proactivo, el estallido social es la muestra empírica de aquello, frases como “La gente va temprano a los consultorios para hacer vida social” (Castillo), “Estamos totalmente sobrepasados, es como una invasión de alienígenas” (Cecilia Morel) por nombrar algunos, son las pruebas de entes del gobierno que han plasmado verbalmente su opinión con respecto a la población de este país, por personas quienes votaron por ellos (como yo) o por quienes no votaron por ellos. Sin embargo; en pandemia, hoy lidiamos con las siguientes frases: “Distanciamiento social”, “Nueva normalidad” y mi favorita “El virus se puede hacer buena persona”.

Estas frases, como la del inicio de esta carta, me perturban, como a muchos ciudadanos de este país probablemente. Éstas sólo muestran el doble discurso de un gobierno para el cual la salud es un producto de mercado, tal como la educación y la pensiones.

Hablemos de la suspensión laboral, por ejemplo, esto es una medida que; en resumidas cuentas, sólo asegura que los trabajadores no pierdan sus trabajos a costa de sus ahorros. Me pregunto: ¿Existirá más adelante un diputado o algún otro personaje del gobierno, que elabore una ley que garantice el reintegro de estos dineros a los ciudadanos, por cuidar a las empresas de este país? Creo que no, hasta el momento no he visto a ninguno pronunciarse por aquello.

¿Desde cuándo ésta “Nueva normalidad” es abusar de los pocos ingresos y ahorros de los ciudadanos para sustentar los daños de una pandemia mundial?.

Esta soberbia y poca empatía con la población chilena, solo ha generado filas eternas en distintos servicios públicos y privados que han atentado con el cuidado físico de las personas. La escasez de mascarillas es una prueba de la poca proactividad del Gobierno, hablaron de tomar medidas desde mucho antes del primer contagiado en el país, pero ¿Dónde hubo un aseguramiento de mascarillas para toda la población? ¿Dónde están
las vacunas para la influenza disponibles a lo largo de todo el país? ¿Dónde están los respiradores que se suponían llegaban este mes?.

Se escucha a entes del gobierno indignados y alegando discriminación por el rechazo a la libertad de presos por delitos de Lesa Humanidad, se dio arresto domiciliario a un preso que ya ha violado a su expareja y, sin embargo, arrojan a la calle a los ciudadanos para aprender a vivir con un virus mortal por no malograr la economía del país. ¿Acaso es más importante la economía del país, por sobre la vida de los ciudadanos?.

No se pudo ir a votar por el Plebiscito Nacional ya que se presumía se transformaría en focos de contagio, pero
si hay que salir a trabajar e ir al colegio. ¿Acaso estos no son focos de contagios?.

Ésta “Nueva normalidad”, es el título del proyecto sin análisis, de un gobierno que pretende reactivar el país de manera gradual sin distanciamiento social, sin haber llegado al peak de contagios por Covid-19 y sin llegar a la crisis hospitalaria de todos los años generado por la Influenza.

Peak de los contagios del cual nunca sabremos la verdad, solo tenemos datos sobre los contagiados, muertos, recuperados, críticos y quienes requieren de ventilador mecánico, pero alguna vez ¿Hemos escuchado a nuestro Ministro de Salud hablar sobre los porcentajes de contagiados asintomáticos que andan libremente sin saberlo o las personas contagiadas que se han quedado en casa, porque no poseen síntomas graves? La respuesta es no.

Pueden indicar que es para no generar pánico en la población, pero sin duda alguna creo que más pánico genera
quedar sin trabajo, sin sueldo o tener que salir a la calle en el momento preciso del máximo desarrollo de la pandemia en el país y con un pase directo a una recesión mundial que afectará a todos.

Pánico me genera ésta “Nueva normalidad” ¿Habrá alguien más adelante, que dé las explicaciones a las familias que perderán integrantes por estas medidas? Sabemos que no, nadie responderá, ni dará la cara.

Como dice el dicho “Está mal pelado el chancho”, se descuidó rotundamente a quienes se debió cuidar más y se ha sobreprotegido a quienes más han faltado a las medidas de esta crisis sanitaria, por ejemplo, un viaje privado en helicóptero para pasar un cordón sanitario.

¡¡¡Si!!! Hay un virus que debe transformarse, no es precisamente el Covid-19.

Quien debe transformarse en “Buena Persona” son los entes del Gobierno, desde el presidente para abajo.

Este gobierno y los muchos que han pasado por este país, son el virus que nos han enfermado poco a poco, para
llevarnos a la peor crisis social, política y económica de los últimos años. Los problemas de nuestra sociedad no son 30 pesos, son años de malas prácticas, años de abandono, años de abusos y años de decisiones total y absolutamente separadas de las reales necesidades de la sociedad chilena.

¡¡¡Si!!! Hay un virus en el país.

¡¡¡No!!! No debemos aprender a vivir con él.

Tenemos que curarnos y es nuestro deber como ciudadanos de este país encontrar nuestra cura y erradicar el
virus que nos enferma y quita la vida, nuestra oportunidad está en las urnas el 25 de octubre.

Nos dicen: “No podemos matar la economía, por salvar vidas”.

Yo les digo: “Si podemos matar el virus, por salvar nuestras vidas”.


LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE LA RAZÓN

Por Carolina Hidalgo Raposo – Licenciada en Bellas Artes. Vicepresidenta de la Hermandad Mágica de Chile y Directora de la Federación Nacional de Sociedades Mágicas.