Si no se logra controlar pronto la pandemia del coronavirus, se complicará la recuperación económica. Para hacerlo, se requieren unas acciones coordinadas de todos los países. Pero apenas serán posibles, opinan los expertos.
«No se puede descartar la posibilidad de una nueva Gran Depresión si la epidemia continúa fuera de control», dijo el director de cooperación internacional del Banco Central de China, Zhu Jun.
Según Zhu Jun, las acciones de los bancos centrales de los países desarrollados consisten exclusivamente en medidas de estímulo monetario. Sin embargo, esto no ayuda a tratar rápidamente la causa fundamental de la crisis ni a tomar el control de la situación epidemiológica.
A diferencia de las crisis anteriores, que solían producirse en el sector financiero, la actual crisis está madurando en el sector real de la economía.
Para evitar la propagación de la epidemia, es necesario detener la producción y poner en cuarentena a la gran mayoría de la población. Esto tiene un efecto dominó en prácticamente todos los sectores reales de la economía.
Rusia también advierte de un pronto efecto de la crisis económica mundial desencadenada por la pandemia y llama a prepararse para las consecuencias. Según Dmitri Peskov, portavoz del presidente ruso, muchos Estados tendrán que coordinar las acciones y medidas anticrisis.
Las posturas de Rusia y China sobre cómo afrontar las consecuencias económicas del coronavirus son muy similares.
Durante la última cumbre de emergencia del G20, China pidió una política macroeconómica coordinada para restablecer la economía mundial en respuesta a la pandemia del COVID-19.
A diferencia de la situación durante la última crisis de 2008, China desempeñará un papel más activo en la recuperación económica mundial general. En cualquier caso, China tiene mucho más éxito que otros en hacer frente a las consecuencias de la epidemia del coronavirus, comentó Alexandr Gabúyev, jefe del programa asiático del Centro Carnegie de Moscú.
«China puede reducir al mínimo las pérdidas en la trayectoria general de recuperación lo más rápido posible (…) Además, con el apoyo activo del Gobierno, China puede acelerar su recuperación en 2021-2022», señaló el analista.
El 90% de las grandes empresas en China ya han reanudado sus operaciones y el índice de gerentes de compras PMI se ha recuperado tras haber tocado fondo de 35,7 puntos en febrero y ha vuelto a la zona de crecimiento de más de 50 puntos.
Mientras tanto, los mercados bursátiles occidentales están experimentando un verdadero colapso. El índice S&P 500 perdió un 20%, el Dow Jones sufrió la mayor caída desde 1987, perdiendo alrededor de un cuarto.
Ante la recesión mundial causada por la pandemia, parece bastante lógico buscar una solución conjunta de problemas y elaborar una estrategia común. Sin embargo, Gabúyev considera poco probable que se encuentre una solución común debido a las contradicciones geopolíticas.
«Es poco probable que se encuentre una solución común debido al aumento de la competencia entre las grandes potencias. En esta situación, el que tenga menos pérdidas ganará. Hasta ahora, China es el principal candidato para este papel».
Según el analista, «China está en mejores condiciones porque puede ‘apagar’ el fuego económico con el dinero de las reservas».
«La salida de la crisis depende directamente de la situación epidemiológica. Estimo que una solución a largo plazo, como una vacuna, no se encontrará hasta mediados de 2021», agregó el experto.
Durante la última cumbre del G20, China pidió eliminar las barreras y facilitar el comercio para impulsar la recuperación económica mundial. También pidió que los países coordinarán las actividades de cuarentena para reducir juntos la propagación de la epidemia.
Sin embargo, EEUU aún no ha tomado medidas para eliminar barreras, e incluso algunos políticos se preguntan si son justificadas las restricciones de cuarentena demasiado estrictas. Mientras tanto, Estados Unidos ha superado desde hace tiempo a China por el número de casos confirmados de coronavirus.