INDH constata situación de personas migrantes varadas por cierres de fronteras en Arica e Iquique ante COVID-19

Hasta los pasos fronterizos de Chacalluta (Arica) y Colchane (Iquique), han llegado en las últimas semanas cientos de ciudadanos, principalmente de Perú y Bolivia, quienes están a la espera de la apertura de las fronteras de sus respectivos países, que están cerradas para evitar la propagación del COVID-19. El drama humano por acceder a servicios básicos está siendo monitoreado por el INDH.

Las Sedes regionales de Arica y Parinacota, y de Tarapacá del Instituto Nacional de Derechos Humanos,  se encuentran accionando ante la situación que viven cientos de extranjeros, principalmente ciudadanos peruanos y bolivianos que se encuentran varados en las fronteras de Chile con sus países, debido al cierre de estas, como medida para evitar la propagación del Coronavirus COVID-19.

En Arica el INDH  monitorea la situación que afecta a alrededor de 500 personas, principalmente peruanos, quienes permanecen varados en la capital regional y en el Complejo Fronterizo Chacalluta.

La Municipalidad ariqueña dispuso para ellos un espacio en las cercanías del Estadio Carlos Dittborn, donde se habilitó una villa como albergue a la espera de las defunciones que adopte el gobierno peruano. El espacio destinado no fue suficiente para todos los migrantes, por lo que el consulado del Perú ha estado reacomodando a las personas en alojamientos locales.

Particular preocupación ha existido por grupos de especial protección, por lo que dentro de las gestiones realizadas por el Instituto está la ayuda prestada a un ciudadano peruano con VIH-SIDA y que estaba recibiendo su triterapia en su país. Dado el cierre de  fronteras se interrumpió su tratamiento, el que gracias al INDH y el Hospital Regional Juan Noé de Arica pudo retomar esta semana.

Una situación más compleja ocurre en Tarapacá, particularmente en la localidad de Huara,  próxima al Paso Fronterizo Colchane, con Bolivia. Allí se encuentran cerca de 350 personas esperando volver a su país.

Desde el INDH de Tarapacá se envió un oficio a la Intendencia Regional, con copia al Jefe de Zona, consultando por las gestiones que se han realizado por dichas personas y las medidas que se tomarán en caso de que no puedan cruzar la frontera en el corto plazo.

El pequeño poblado de Huara, distante aproximadamente a una hora de Iquique, no tiene infraestructura para tantas personas, contando con una población estática de alrededor de cincuenta personas. El asentamiento presenta problemas de acceso al agua potable y no dispone de baños públicos, por lo que pequeños restaurantes han debido proveer estos servicios a los migrantes. El Ejército de Chile y la Municipalidad de Huara han prestado ayuda a las personas, quienes pernoctan en carpas.

Ronald Montecinos, ciudadano boliviano con residencia en Chile, que está prestando ayuda a los migrantes realizando gestiones con el Gobierno Boliviano, informó que algunas de estas personas, principalmente mujeres y niños, van a ser trasladados hasta La Paz, en un proceso que podría extenderse hasta el domingo, luego de estos podrían ingresar los demás afectados.

Una de las problemáticas que presentan los migrantes varados en Huara es que un grupo de alrededor de cincuenta personas se encuentran con problemas migratorios por ingresos irregulares, multas y otro tipo de situaciones.

Por esta razón el INDH está realizando gestiones con las entidades pertinentes, entre ellas la Intendencia Regional y El Ejército, para conocer cómo se subsanará esta situación.