Directora de la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile Verónica Iglesias Alamos 

La experta de la Facultad de Medicina de la U. de Chile, se refiere en la siguiente entrevista al momento en que hoy estamos enfrentando la pandemia del COVID-19, advirtiendo las debilidades del sistema, evaluando las medidas actuales que se han implementado en el país, y haciendo un llamado a adoptar con urgencia, medidas más restrictivas para retrasar el colapso del sistema y lograr así que la red en su conjunto tenga tiempo de articular una respuesta.

«Esta epidemia nos encuentra con un sistema de salud pública debilitado, con falta de recursos a nivel de personal de salud, equipamientos e insumos, situación que se evidencia año a año con más fuerza en los meses de invierno. Si bien los recursos que se están inyectando ayudan a cerrar esa brecha, no son suficientes», señaló la doctora Verónica Iglesias,  directora de la ESP de la Facultad de Medicina de la U. de Chile, respecto a la situación con que el sistema de salud local enfrentará esta pandemia.

Como se proyecta, «la red de atención de salud se verá sobrepasada dado la rápida velocidad de contagio», ante lo cual, planteó la especialista, «la pregunta es cuándo y cómo». En ese sentido, advirtió, «es fundamental transparentar a la población que pese a los esfuerzos que se están realizando el colapso va a ocurrir igual, porque ningún sistema está preparado para agregar una demanda de tal magnitud a la demanda habitual de los meses de invierno».

Al respecto, agregó que la semana del 23 al 29 de marzo, fue crítica para las medidas que entreguen las autoridades, dado que «los equipos de salud se verán rápidamente sobrepasados por el número de casos y porque parte de la dotación comenzará a mermar ya sea por casos de contagio o por agotamiento físico o emocional». Según el reporte del 27 de marzo, 32 profesionales de la salud deberán cumplir cuarentena por 14 días, lo cual «irá aumentando de manera progresiva. Es necesario entonces que hoy mismo se adopten medidas más restrictivas, sobretodo en aquellas regiones donde el aumento en el número de casos por 100 mil  habitantes ha sido mayor».

¿Las medidas implementadas por la autoridad sanitaria han tenido impacto?, ¿qué se espera lograr con el distanciamiento físico v/s medidas más estructurales como cuarentenas totales?

Las medidas se han ido tomando de acuerdo a la información que se registra día a día, pero se requieren medidas preventivas, no reactivas. Las medidas que apuntan a la responsabilidad individual han ayudado pero hasta cierto límite. De igual modo el cierre de establecimientos educaciones, lugares de esparcimiento, cordones sanitarios, entre otras han disminuido entre un 16 a 20 por ciento la velocidad de propagación del virus, de acuerdo a modelaciones realizadas por el profesor Mauricio Canals. Pero se requiere de medidas aún más restrictivas.

Sabemos que el número de casos notificados cada día representa a una persona que se contagió, se sintió mal, asistió a un centro de salud, le tomaron un examen cuyo resultado demoró uno o dos días en ser analizado y notificado, y en todo ese período pudo contagiar involuntariamente entre tres y cinco personas más. Eso sin mencionar a quienes se han sentido mal y no han tenido posibilidad de asistir a un centro de salud y menos de tomarse el examen. Quiero decir con esto que el número de casos podría ser actualmente mucho mayor. Recordar que el recuento oficial se refiere sólo a los notificados con examen positivo.

En ese contexto, es urgente que en la RM se instauren medidas más restrictivas y no segmentadas por comuna. Sobre todo no dejar al arbitrio de los empleadores de las comunas que no están en cuarentena la decisión de parar o no.

Un par de días atrás, el ministro de Salud señaló que se había producido una disminución del número de casos en la zona oriente. Se entiende que eso sería a expensas del aumento en el número de casos en las otras comunas de Santiago, y si en esas comunas no se está restringiendo la circulación para disminuir la probabilidad de exposición al virus, entonces estamos trasladando el problema de contagio de un sector geográfico a otro.

Las necesidades son múltiples, ¿dónde más se deberían estar colocando los esfuerzos?

A nivel de detección de los casos. Los países que han logrado controlar de mejor forma la epidemia, son países en los cuales el examen es gratis y esta disponible para toda la población, no sólo para quienes presentan síntomas.

Corea del Sur, por ejemplo, es un país que logró realizar como 2 mil test por cada 1 millón de habitantes. Nosotros estamos muy lejos de eso, pero se están haciendo los esfuerzos para aumentar la disponibilidad de exámenes diarios. Me consta que se están sumando nuevos laboratorios certificados por el ISP para realizar los diagnósticos, uno de esos laboratorios está en la Facultad de Medicina de la U de Chile. El problema es que hay una restricción grande de los insumos para realizar los análisis, no tan sólo en Chile, sino a nivel mundial.

Por lo anterior, en muchos países la notificación de casos es baja, ya sea porque no tienen capacidad de detección temprana a través del test, o por el contrario, porque el número de contagiados y fallecidos es tan alta -como en Italia y España- que en términos preventivos ya no hay capacidad suficiente para realizar el test. En ambos casos la “letalidad” se ve aumentada porque el denominador para calcular esta proporción es bajo (fallecidos/casos notificados).

A nivel mundial la letalidad se ha descrito en alrededor de un 4 por ciento. En Chile según datos del MINSAL la letalidad ha sido menor a 0,5 por ciento, aunque aún quedan muchas semanas para llegar al peak de casos. Por eso es importante tomar hoy, no mañana, medidas preventivas más restrictivas porque ya hay un retraso en el diagnóstico que pasa por la capacidad de analizar diariamente las ciento, tal vez miles de muestras que no alcanzan a ser procesadas.

Se requiere tiempo para alcanzar la máxima capacidad de análisis y detección, al igual que se requiere tiempo para alcanzar la capacidad máxima de articulación de la red y atención de los equipos de salud. Eso no se alcanzará en la medida que la velocidad de transmisión del virus no disminuya al menos en un 50 por ciento.

¿Qué falta para enfrentar mejor este contexto?

Apurar las medidas sociales y económicas que permitan enfrentar esta crisis. Esto es muchísimo más complejo en el segmento más vulnerable de la población y se requiere para ellos medidas urgentes. 

Creo que es relevante también la importancia de transparentar toda la información que se está generando por parte del Ministerio de Salud. En la medida que sólo se entreguen reportes agregados con un mínimo de información, el país en su conjunto pierde la posibilidad de realizar análisis más detallados, desde distintas miradas que apoyen o sustenten las medidas tomadas por las autoridades, no tan sólo a nivel nacional, sino también a nivel regional. En la medida que distintos grupos de la comunidad científica lleguen a resultados similares, eso permitirá tener más confianza en las medidas tomadas. No nos demos el lujo de perder esa oportunidad.