A un año de la proclamación de Guaidó 27 países que lo apoyan tienen embajadores de Maduro

CARACAS (Sputnik) — Las sedes diplomáticas de 27 países, de los 55 que dicen reconocer al diputado opositor Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela desde hace un año, están a cargo del personal designado por el mandatario Nicolás Maduro, de acuerdo a los datos recaudados en portales de la Cancillería y la Asamblea Nacional.

Hace un año, Guaidó, una figura para ese momento casi desconocida, alzó su mano ante una eufórica multitud opositora en una plaza del este de Caracas y se autojuramentó como presidente interino de su país; prometió: cese de la «usurpación», elecciones libres, y Gobierno de transición.

El legislador, que 18 días antes había sido electo como presidente de la Asamblea por el partido Voluntad Popular (de derecha), desconoció la juramentación de Maduro para el período 2019–2025, acusándolo de haber sido electo en 2018 en unos comicios que tildó de fraudulentos.

Crisis diplomática

Desde entonces, Venezuela atraviesa por un conflicto diplomático sin precedentes.

Casi de inmediato, un grupo de países comenzó a reconocer a Guaidósiendo el primero Estados Unidos, lo que desencadenó en la ruptura de relaciones diplomáticas entre Maduro y la Casa Blanca.

Las ya tensas relaciones diplomáticas de Venezuela con los gobernantes de Colombia, Brasil, Perú, Paraguay, Chile y Argentina, terminaron de resquebrajarse.

Guaidó comenzó a nombrar representantes diplomáticos en los países que le dieron respaldo e incluso a intentar ocupar las sedes diplomáticas.

Dos embajadores por país

Entre los países que reconocen a Guaidó, 20 decidieron tener dos representaciones de Venezuela: la del diputado y la de Maduro.

Los designados por el diputado opositor son invitados a reuniones con esos gobiernos, pero cuando se trata de relaciones diplomáticas o consulares, quienes las ejercen son los embajadores, cónsules y encargados de negocios designados por Maduro.

La fractura política que existe en Venezuela, trascendió fronteras y por primera vez, en la historia el país posee dos delegaciones.

Algunos de estos países son: Australia, Austria, Bélgica, Brasil, Chile, Croacia, Dinamarca, España, Francia, Hungría, Luxemburgo, Portugal, Reino Unido, Grecia y Panamá.

En el caso de Alemania, la cancillería optó por reconocer a Otto Gebauer, como representante «personal» de Guaidó, pero el militar Orlando Maniglia Ferreira, designado por Maduro, es quien sigue ocupando la embajada.

En República Dominicana, Suecia y Suiza, Guaidó designó funcionarios, que pese a estar en esos países no tienen credenciales diplomáticas, y aunque esas naciones lo apoyan, mantienen como representantes diplomáticos a los enviados por Maduro.

De los 55 países que respaldan a Guaidó, también hay un grupo de siete en los que solo está el personal diplomático designado desde el Palacio de Miraflores (sede de Gobierno), y son: Albania, Corea del Sur, Finlandia, Japón, Haití, Macedonia y Montenegro.

Mientras, 17 naciones poseen solo representantes de Guaidó, entre ellas: Canadá, que desde 2017 rompió relaciones con Venezuela; Israel, con el que desde 2009 el país no tenía vínculos diplomáticos; El Salvador, Costa Rica y Guatemala, que hace una semana expulsó al personal de la embajada venezolana designado por Maduro.

Sin embargo, algunos de esos 17 países siguen teniendo representación consular en Venezuela, bajo el argumento de que deben velar por sus ciudadanos en la nación caribeña.

En el caso de Argentina, el nuevo presidente Alberto Fernández retiró las cartas credenciales que le había dado en condiciones especiales el Gobierno de Mauricio Macri a Elisa Trotta Gamus, representante designada por Guaidó.

Hasta el momento, Fernández no ha dicho formalmente si su país le retira el reconocimiento al parlamentario que le otorgó el exmandatario Macri (2015-2019).

Mientras, la mandataria interina de Bolivia, Jeanine Áñez, le dio carta blanca al diputado opositor para nombrar un representante en ese país, pero hasta el momento no ha ocurrido.

Los delegados de Guaidó han sido nombrados a través de la Asamblea Nacional, declarada en desacato desde 2016 por el Tribunal Supremo de Justicia, lo que convierte en nulas e írritas todas sus acciones.

Sputnik consultó diversas fuentes del Parlamento para conocer de dónde surge el presupuesto para mantener en el exterior a los responsables diplomáticos designados por Guaidó, pero no obtuvo respuesta.

Caída de popularidad

El diputado opositor ya no cuenta con el mismo respaldo cuando hace convocatorias de calle en Venezuela.

En reiteradas ocasiones Guaidó ha pedido disculpas a sus seguidores por no cumplir las promesas con las que inició su gestión.

«Hago ‘mea culpa’ por no haber hecho suficiente (…) pero hemos hecho todo lo que ha estado a nuestro alcance», ha dicho Guaidó con distintas palabras en reiteradas ocasiones.

De acuerdo con la encuestadora venezolana Datanalisis, la popularidad de Guaidó cayó de 63% en enero a 38,9% en diciembre.

Sin embargo, el diputado mantiene un fuerte respaldo internacional, que lo ha llevado a realizar una gira esta semana por Colombia y países de Europa, donde sostuvo reuniones con funcionarios del que públicamente ha sido su principal país aliado, Estados Unidos.

Durante este viaje, el legislador ha reiterado que todas las opciones, incluyendo la militar, están sobre la mesa para sacar a Maduro.

Mientras, continúa impulsando sanciones financieras y políticas contra el Gobierno.

El pasado 5 de enero, Guaidó planeaba ser reelecto como presidente de la Asamblea, pero un grupo de parlamentarios opositores se alió con la bancada oficialista y proclamaron como presidente a Luis Parra, en medio de una confusa sesión en que el diputado no participó.

Con este panorama, Venezuela ahora cuenta no solo con dos delegaciones en 20 países, dos presidentes, dos directivos del Banco Central, así como de la estatal Petróleos de Venezuela y sus filiales en el extranjero, sino también con dos parlamentos: uno que dice encabezar Guaidó, y el otro liderado por Parra, que es el único que cuenta con el aval de Maduro y de las fuerzas de seguridad del Estado.