China planea lanzar su primera divisa soberana digital

Preocupada por el desarrollo de las criptomonedas, como la libra de Facebook y el bitcoin, China planea lanzar su primera divisa soberana digital, que le ayudará a luchar contra varios problemas económicos. Con ayuda de este movimiento, Pekín alcanzará lo que las autoridades monetarias han buscado hacer durante un tiempo.

Una investigación realizada por el Banco de Pagos Internacionales en 2019 descubrió que un 70% de las autoridades monetarias del mundo han venido estudiando la posibilidad de lanzar sus propias versiones de monedas digitales.

Según Reuters, el yuan electrónico es la primera divisa soberana digital del mundo que ha sido lanzada por el banco central de un país. Sin embargo, la historia reciente ya conoce una iniciativa parecida aplicada por el Gobierno de otro país. El 1 de octubre del 2018, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, lanzó el Petro a nivel nacional e internacional.

Sin embargo, se cree que el Petro no es una criptodivisa, sino un tipo de ficha o token creada sobre la base de la plataforma abierta y gratis del blockchain de Etherium.

Mu Changchun, director del instituto del Banco Popular de China especializado en la investigación de monedas digitales, señaló en noviembre que el yuan electrónico sería distribuido por bancos comerciales y empresas de pagos online, como Tencent y Ant Financial.

Esta tecnología les otorgará una capacidad sin precedentes a las autoridades monetarias chinas: podrán monitorizar el flujo de gastos realizados en línea. De esta manera, los órganos de control contarán con una potente herramienta muy útil en su lucha contra los problemas económicos existentes como:

  • fraude;
  • evasión fiscal;
  • lavado de dinero.

El uso de monedas digitales ayudará a conseguir que los acuerdos interbancarios y las transacciones financieras sean más eficientes y seguros. La entrada en servicio del yuan electrónico en la mayor parte del territorio chino podrá también contribuir a los esfuerzos del país asiático de liquidar la deuda tóxica, estimada en 341.000 millones de dólares.