Policía implicado en muerte de manifestante en Bogotá revela cómo se dieron los hechos

BOGOTÁ – El agente del Escuadrón Móvil Antidisturbios de la Policía de Colombia implicado en la muerte de un joven en medio de una protesta en Bogotá, y cuya identidad no ha sido revelada a la prensa, declaró cuál fue la cadena de mando que ordenó la dispersión de manifestantes que terminó en dicha muerte.

por Socio Informativo
Agencia de Noticias Sputnik

«Siendo aproximadamente las 14.05 horas (19.05 GMT del sábado 23 de noviembre) el señor coronel Néstor Raúl Cepeda Cifuentes (comandante de la Unidad de Escuadrones Móviles Antidisturbios) ordena vía radio que me traslade con la sección a la Plaza de Bolívar, donde se presentaba aglomeración», indicó el capitán en dos declaraciones que rindió ante la Policía y que fueron reveladas este día por la emisora Blu Radio.

Según el relato del oficial, a las 14.40 horas (19.40 GMT) el coronel Javier Martín Gámez, subcomandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, «vía radial ordena al señor mayor John Alexander Socha, comandante del dispositivo del Esmad, intervenir y realizar la dispersión de estas personas, quien a su vez me ordena avanzar e intervenir la aglomeración».

El capitán sostiene que la orden se dio ante el riesgo de que la Catedral Primada, a un costado de la céntrica Plaza de Bolívar, fuera afectada por los manifestantes y que estos, a su vez, generaran actos violentos, por lo que fueron dispersados con granadas de aturdimiento, gas y cartuchos de impacto.

El relato del oficial, que Blu Radio reprodujo en un extenso artículo publicado en su página web, detalla las circunstancias en las que derivó esa dispersión de manifestantes hasta varias calles alrededor de la plaza, donde finalmente murió Dilan Cruz, de 18 años, como consecuencia de una munición de impacto que se incrustó en su cabeza.

«Sobre las 15.10 horas (20.10 GMT) recibo la orden por parte de mi coronel Néstor Raúl Cepeda Cifuentes de trasladarme hacia las instalaciones del Icetex (Instituto Colombiano de Crédito Educativo y Estudios Técnicos en el Exterior, estatal) para apoyar un dispositivo policial que se encontraba en ese lugar», indicó el capitán, quien aseguró que la escuadra de agentes del Esmad que él comandaba fue atacada por algunos encapuchados.

La situación, indicó, hizo «necesario el uso de la fuerza«, por lo que él junto con otros agentes del Esmad lanzaron granadas de gas y de aturdimiento y cartuchos de impacto.

«En esos momentos, frente a nosotros, se produce una explosión. De inmediato, se lanzan gases… Avanzamos unos metros más en medio de las agresiones, somos atacados desde los costados y… observó cómo varias personas que cubren sus rostros lanzan elementos contundentes y ante el incremento en la agresión… tomó la decisión de disparar una munición de impacto contra los agresores», relató.

En su declaración, el capitán señaló que tras disparar «se observa que una persona cae al suelo» y que él y sus agentes trataron de ayudarlo, «pero las personas se agrupan rápidamente impidiéndolo».

Ante la situación, el oficial señaló que prefirió retroceder, pero que reportó a la central de radio «solicitando la presencia de una ambulancia», mientras que el joven recibía primeros auxilios por rescatistas de la Defensa Civil y de la Cruz Roja, entre otros.

Asimismo, admitió que fue él quien disparó la munición de impacto con una escopeta calibre doce de su dotación, y que recuerda algunas señas particulares del joven.

«Era un hombre de aproximadamente 20 años, contextura delgada, al menos 1,70 de estatura, tenía una pañoleta en su rostro, una gorra y un guante en su mano derecha; desde la distancia donde estaba se observaba que tenía un golpe en la parte de atrás de la cabeza, a la distancia que lo vi pude notar que tenía herida abierta en la parte de atrás de la cabeza», atestiguó.

El joven Dilan Cruz, quien pronto se graduaría de secundaria, murió en la noche del 25 de noviembre mientras permanecía en la unidad de cuidados intensivos en el hospital San Ignacio, en el centro-norte de Bogotá, y desde entonces se ha convertido en un símbolo nacional de las protestas en contra de políticas neoliberales del Gobierno central.

Mientras, el capitán del Esmad está retirado de sus funciones y es investigado por la Policía, la Fiscalía y por la Defensoría (Ministerio Público).