Declaración Pública de la Democracia Cristiana por informe de Human Right Watch

SANTIAGO – Frente al informe de Human Rights Watch, que concluye el uso excesivo de la fuerza contra manifestantes y transeúntes y graves abusos en detención por parte de Carabineros, durante las masivas manifestaciones ciudadanas en nuestro país y que se suma al ya conocido informe de Amnistía Internacional, la Democracia Cristiana señala:

1- Valoramos el informe que denuncia los graves hechos de violación a los Derechos Humanos, que no solo incluye información de represión en el desarrollo de las manifestaciones en la calle, sino que da cuenta de violencia durante las detenciones.

2- El necesario control del orden público por parte del Estado tiene un límite: el respeto irrestricto a los Derechos Humanos, que justamente es lo que le da legitimidad al Estado para su actuar.

3- Solidarizamos con las familias y cercanos de las más de 11.500 personas que, según el informe, han sido, en distinto grado, heridas en el marco de las manifestaciones sociales. Especialmente con las 1.100 lesionadas de forma moderada o grave.

4- Exigimos al Gobierno de Sebastián Piñera que inicie, a la brevedad, las acciones que impulsen las investigaciones necesarias para determinar las responsabilidades penales correspondientes. No puede existir impunidad en caso alguno.

5- Coincidimos con la recomendación de reformar las policías. Nuestro Partido trabajó seriamente en una comisión que elaboró una propuesta de modificación de las policías, la que fue entregada al Gobierno y al General Director de Carabineros en julio de 2019.

6- La Democracia Cristiana ha mantenido siempre su compromiso con el fortalecimiento de la democracia y el respeto, garantía y promoción de los Derechos Humanos, y esta no será la excepción para condenar estos hechos y exigir que las responsabilidades políticas y administrativas se hagan efectivas por tan graves hechos denunciados.

7- Hacemos un llamado tanto al Gobierno como a los partidos oficialistas que el mencionado informe no sea relativizado y se asuma con claridad ante la opinión pública que estos hechos son inaceptables en un régimen democrático en Chile y todo el mundo.

8- Finalmente, no podemos dejar de condenar los hechos de violencia vandálicos que provocan temor y daño en la ciudadanía, que se manifiesta pacíficamente y en miles de emprendedores que han visto afectada su fuente laboral, nuestra solidaridad con todos ellos.