“Tevez es símbolo viviente de la fe y la esperanza en Fuerte Apache”

 

Por René Arriagada Barrientos
relatosdelirantes.cl

Entre fútbol y balas se forjó Carlos Tevez, quien para muchos argentinos es el jugador del pueblo, símbolo que creció en Fuerte Apache, uno de los lugares más apartados y peligrosos del conurbano bonaerense. El jugador luchó desde niño contra el entorno, pero también con los prejuicios. Ahora, esta historia de vida tiene forma de 8 intensos capítulos en la serie “Apache: la vida de Carlos Tevez”, un trabajo que incluye la actuación a Yésica Glikman, quien personifica a Anabella.

Con una carrera que incluye constantes viajes a Chile, esta argentina de 30 años, que proviene del mundo del teatro y reside temporalmente por estudios en Los Ángeles, Estados Unidos, encarnó a una de las chicas malas. En la serie, la actriz es la novia de uno de los líderes de los Back Street Boys, banda delictual que existió en los años 90 en el que oficialmente se llama Barrio Ejército de los Andes, Ciudadela, pero que popularmente se conoce como Fuerte Apache.

¿Cómo fue grabar en Fuerte Apache, Yésica?

Al principio me dio un poco de miedo cuando me dijeron que se iba a grabar en la locación real, porque es un barrio en el que pasan muchas cosas, está todo el tiempo controlando gendarmería, es un barrio de códigos y cualquier elemento ajeno hace saltar las alarmas. Las primeras citaciones a grabar eran súper temprano en la madrugada y encontrarte sola con la producción adaba un poquito de susto.

Luego, cuando empiezas a tener contacto con la gente, ese miedo se fue perdiendo y fue tomando gusto de algo bueno, porque cuando los vecinos te conocen en realidad, te abren las puertas de sus casas. La gente estaba fanatizada con la primera producción que se grabó íntegra en Fuerte Apache y para mí fue una experiencia más allá de un crecimiento actoral, por poder tener esa posibilidad de estar en la locación real y construir mi personaje desde ahí. Fue una experiencia muy grande. Conocer como realmente vive la gente de ahí y que no te lo cuenten a través de un documental fue increíble, conocer la realidad desde la realidad. Lo que destaco es esa humildad, esa apertura, esas ganas y esa entrega de toda la gente de Fuerte Apache, de todos los vecinos que hicieron también posible que la serie se lleve a cabo y tenga la repercusión que tiene ahora.

Ya en confianza, ¿qué cosas te pasaron durante la grabación?

La gente desde el primer momento nos recibió genial, nosotros teníamos contacto con los vecinos en la iglesia del Fuerte Apache que es donde estaba el catering y en esa instancia se le ofrecía un plato de comida a la gente. Un día se sentó una chica del barrio y nos pusimos a habla. Entre idas y vueltas, ella me contó que su padre había sido uno de los integrantes de los Back Street Boys, una banda que más allá que aparezca en la serie, efectivamente existió en los años 90. El papá de ella estuvo un montón de tiempo preso.

En otra oportunidad, estábamos grabando en unas terrazas apuradas y los baños químicos de la producción estaban muy lejos, entonces con una compañera del elenco bajamos toda la terraza y dijimos qué hacemos. Empezamos a golpear puertas y una vecina nos abrió las puertas de su casa y no sólo nos prestó el baño, sino que además nos convidó a comer con ella. Nos contó cómo llegó ahí hace 20 años, que vio a Carlitos desde niño jugando y levantando polvo desde la tierra y que desde esa época ellos veían que iba a llegar lejos. Para ellos Carlos Tevez un símbolo viviente de la fe y la esperanza.

¿Qué opinas de la marginación social, la segregación que se da con la gente que viene de lugares como Fuerte Apache?

El estado debería implementar políticas para evadir este tipo de situaciones, para eliminar la segregación, no sólo en Argentina, sino en toda América Latina. Debe ser algo que esté siempre en los planes políticos de nuestros gobiernos, sobre todo en Latinoamérica, porque la segregación ya sea por raza, color, sexo o por economía -como ocurre con quienes viven en Fuerte Apache- debe ser una cuestión de estado. La gente sufre el rechazo, ya sea para incorporarse a un grupo social, para encontrar un trabajo y tantas otras cosas, por eso debe ser una cuestión de estado el crear políticas que terminen con esa discriminación.

¿Cuál es tu relación con el fútbol?

Siempre tuve el interés de aprender más de fútbol, porque me consideraba muy ajena a ese mundo, aunque cuando era chica jugaba al fútbol en un equipo barrial cerca de mi casa en Carlos Paz, Córdoba. En Córdoba soy hincha de Talleres y de Argentina soy de Boca Juniors, pero no soy de ir a la cancha, aunque me encantaría tener esa dinámica. La verdad es que me pongo la camiseta de mi país cuando hay un mundial.

¿Qué sabías de Carlos Tevez?

Para los argentinos es un jugador muy respetado, hizo una gran carrera desde que se prueba en Boca y luego pasa a jugar al extranjero. Sabía que era un luchador de un barrio muy humilde, pero no mucho más hasta que comencé con el proyecto de Apache. La misma gente del barrio me comentó de él porque para ellos Carlos Tevez es como un dios, representa lucha y el hecho de que se puede progresar incluso saliendo desde un lugar así.

¿Consideras que este es uno de tus trabajos más importantes?

Creo que todos los papeles son importantes, vengo del palo del Teatro, estudié en el Conservatorio de Arte dramático Jolie Libois del Teatro Real , ciudad de Córdoba Argentina y luego me fui a Buenos Aires para continuar mi formación con Julio Chávez (El Puntero 2011). Yo creo que a nivel de profesionalidad es uno de los papeles más importante. Le pongo el sello de lo importante por las personas con las que trabajé, Israel Adrián Caetano, (director de esta serie, que también está detrás de “Pizza, Birra, Faso”, 1997, “Un Oso Rojo”, 2002, “Sandro”, 2018, “Tumberos”, 2002 y “El Marginal” 2018), Nicolás Parodi y Eduardo Pinto, grandes directores a nivel latinoamericano y mundial. Esa experiencia es única y me la guardo para siempre.

También te tocó trabajar con un chileno, el actor Patricio Contreras.

Patricio (que en la producción interpreta a al abuelo del jugador argentino) es tremendo actor, muy querido por el pueblo argentino y respetado sobre todo a nivel teatro. Él es uno de los fundadores del Ictus (compañía de teatro ícono durante la dictadura) y estar con él en la filmación fue una experiencia única e enriquecedora. Entre grabación y grabación no lo vas a ver nunca hablando, pero sí sentado leyendo un libro.

¿Cuál es tu nexo con Chile?

La conexión entre Chile y Argentina ha crecido mucho y se ha hecho una muy buena hermandad en materia de coproducciones, de comerciales. Chile ha crecido mucho en esa materia, ha invertido mucho en tecnología, tienen equipos tremendos, tienen gente que labura de manera espectacular y son muy perfeccionistas. Muchas producciones extranjeras van a Chile a grabar porque allá tienen de todo: a una hora la playa, además tienen desierto y todos los climas. Como sea muy contenta con mis hermanos chilenos y esperando volver pronto a este querido país.

¿Crees que se podría hacer una serie de algún jugador chileno?

No los conozco mucho la verdad, capaz la de Vidal es buena historia, “El Rey Arturo” podría ser buena idea.