Las elecciones presidenciales de Bolivia que se realizarán el 20 de octubre implican por primera vez un desafío importante para el presidente Evo Morales, debido a que no está tan clara su victoria aunque su candidatura siga siendo fuerte, dijeron dos analistas políticos.
por Socio Informativo
Agencia de Noticias Sputnik
«Estas elecciones implican un desafío real para Morales, ya que es la primera vez que el presidente se enfrenta a la posibilidad de perderlas», dijo a esta agencia el director ejecutivo de la Asociación Boliviana de Ciencias Políticas, José María Paz.
En la misma sintonía, el presidente del Colegio de Politólogos de La Paz, Ludwing Ángel Valverde Botello, dijo a que en caso de que se pasara a una segunda vuelta, las chances de ganar para Morales se reducirían.
«En la segunda vuelta [el expresidente Carlos] Mesa [2003-2005] le ganaría a Morales porque toda la oposición se juntaría contra Evo; él tendría que ganar en primera vuelta sino se le complicaría en la segunda, porque tiene que tener más de 10 puntos de diferencia», agregó.
La ley electoral de Bolivia establece que un candidato debe tener más de 10 puntos de diferencia con su rival más cercano para ganar en primera vuelta.
Sin embargo, en la mayoría de las encuestas Morales no tiene una diferencia arriba de los 10 puntos, explicó Valverde.
Entre Morales y Mesa hay una diferencia «muy cercana», que marca entre 2 a 4 puntos, señaló.
«Hace dos semanas, la empresa ‘Tal Cual’ publicó una encuesta que fue muy polémica y cuestionada, dijeron que fue financiada por el Gobierno, ya que es la única que se conoce hasta el momento donde se establecía una diferencia de 11 puntos entre Morales y Mesa», agregó.
Los desafíos de Morales
Valverde consideró que en términos de proyección estadística su crecimiento «se ha estancado», lo que no asegura una victoria en las elecciones de octubre.
Señaló además que Mesa tampoco ha tenido un crecimiento «inusitado» en los sondeos, a pesar de que ha tenido un «ascenso importante».
Por su parte, Paz señaló que Morales se enfrenta a un «problema de imagen» en estos momentos porque muchos sectores de la ciudadanía cuestionan «su insistencia» por ser candidato.
Recordó que en el referéndum del 2016 los ciudadanos votaron para que él no pueda ser reelecto.
Sin embargo, la repostulación del mandatario, quien gobierna desde 2006 y pretende ganar un cuarto período consecutivo, fue habilitada por el Tribunal Constitucional y el Tribunal Supremo Electoral con base en la Convención Interamericana de Derechos Humanos.
«Además, Evo Morales se enfrenta a un desgaste de su figura porque lleva 13 años de gestión de Gobierno, el cual es el período más largo en que un presidente ha estado en el poder en Bolivia», agregó Paz.
«Esto le ha permitido copar el total de las instituciones bolivianas; ahora hay una percepción de buena parte de la ciudadanía de que ha existido despilfarro del dinero por parte del Gobierno», agregó.
La ventaja de Morales
No obstante, Valverde y Paz coincidieron en que la candidatura de Morales sigue siendo «fuerte», porque el actual Gobierno gestiona el servicio público del país y tiene una «importante inherencia en la mayoría de los municipios de Bolivia».
«Morales tiene todo el aparato del Estado a su favor para utilizar en la campaña electoral; según la Constitución, que fue aprobada en el 2009, todos los candidatos que ocupan un cargo público deben renunciar tres meses antes de las elecciones excepto el presidente y el vicepresidente; por lo tanto, ellos tienen más posibilidades de utilizar el aparato del Estado para su campaña electoral», señaló Paz.
Además, sostuvo que el presidente tiene «muchas posibilidades» de ganar porque cuenta con una base de por lo menos de 32 a 35% del electorado.
Valverde y Paz reconocieron que tendencia hacia la derecha en varios países de América Latina «podría influir de algún modo» en las próximas elecciones de Bolivia, aunque aclararon que eso sería un «factor determinante».
«Las modas en América Latina, que en este momento radica en que ganen gobiernos de derecha, pueden influir de algún modo en la candidatura de Evo Morales; pero no sería una influencia taxativa, en el sentido de que no se va a repetir de manera automática lo que está pasando en la región en Bolivia; todo proceso electoral tiene su autonomía», dijo Valverde.
Por su parte, Paz afirmó que América Latina tiene el «problema» de ser «pendular», ya que los países pueden cambiar rápidamente de signo político de una elección a otra.
«Nos vamos de la izquierda a la derecha dependiendo de lo que pase, del desgaste de los gobiernos y de la sensación de corrupción; en Bolivia una de las causas por las que ganó Morales es que había una percepción de corrupción», agregó.
Otro «referéndum»
Por otro lado, ambos politólogos opinaron que posiblemente las próximas elecciones pasen a ser más una «discusión sobre si continúa o no Evo Morales en el Gobierno», más que un debate sobre las alternativas reales que ofrece la oposición en materia de políticas para el país.
«Las próximas elecciones van a ser más una discusión sobre si Evo sí o no, más que apoyar al proyecto de la oposición; esto sucede cuando las sociedades se polarizan (…) La oposición va a querer plantear que esta elección es entre democracia o dictadura; pero a pesar de todo esto, Morales tiene posibilidades de ganar», dijo Paz.
Morales y su vicepresidente, Álvaro García Linera, fueron habilitados para presentarse a una nueva reelección por el Tribunal Supremo Electoral en cumplimiento de una sentencia del Tribunal Constitucional que declaró válida la reelección indefinida, pese al resultado del referendo popular.
Morales y su vicepresidente, Álvaro García Linera, fueron habilitados para presentarse a una nueva reelección por el Tribunal Supremo Electoral en cumplimiento de una sentencia del Tribunal Constitucional que declaró válida la reelección indefinida, pese al resultado del referendo popular.
La nueva candidatura de Morales es considerada inconstitucional por la oposición, que procura un pronunciamiento en de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
La encuestadora Tal Cual Comunicación Estratégica señaló el 20 de mayo que Morales tiene 38% de intención de voto, 11 puntos por encima de Mesa, quien obtuvo 27% de preferencias en un sondeo.
La encuesta incluyó entrevistas a 2.250 personas de 18 a 70 años, hombres y mujeres de todos los niveles socioeconómicos; tuvo una confiabilidad del 95% y un margen de error de 2,5%.
Bolivia celebrará elecciones generales el 20 de octubre de este año para elegir presidente, vicepresidente, 130 diputados y 36 senadores.
Una eventual segunda vuelta presidencial se celebraría el 15 de diciembre.