El hecho de que unos 169 millones de niños no recibieran la vacuna contra el sarampión entre 2010 y 2017 desencadenó los actuales brotes de esa epidemia en diferentes países, denunció el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
La organización calcula que cada año unos 21 millones de menores se quedaban sin recibir la primera dosis de esa vacuna.
«Las bases para los brotes globales de sarampión que vemos hoy se sentaron hace años», afirmó Henrietta Fore, directora ejecutiva de Unicef, agregando que el virus «siempre encuentra niños no vacunados».
EEUU es el país desarrollado que encabeza la lista de los Estados de altos ingresos con la mayor cantidad de niños a los que no les dio la primera dosis de la vacuna contra el sarampión entre 2010 y 2017, más de 2,5 millones.
Francia ocupa el segundo escaño, con 608.000 niños no vacunados, seguida por Reino Unido, con 527.000 menores sin vacuna contra el sarampión.
En países con un nivel más bajo de vida la cifra de pequeños no vacunados resulta mucho más crítica, con 4 millones en Nigeria; 2,9 millones en la India; 1,2 millones en Pakistán e Indonesia y 1,1 millones en Etiopía.