El fin de las endoscopias descansa en la palma de una mano y tiene forma de píldora

Qué cosa fea es hacerse una endoscopia, pero afortunadamente, pareciera que su fin se acerca. Científicos han desarrollado una píldora (del tamaño de una píldora) que cambiará totalmente cómo se hacen las endoscopias. Acá te cuenta de qué trata.

La endoscopia es una técnica médica que se utiliza para ver un órgano o cavidad corporal y poder realizar diagnósticos. Es un procedimiento complejo y muy poco placentero e incómodo: básicamente, la endoscopia consiste en la introducción de una cámara o lente que está dentro de un «tubo» (endoscopio) a través de un orificio natural, una incisión quirúrgica o una lesión.

Según publicó la web de noticias de ciencia y tecnología Xataka, hay numerosos investigadores trabajando para que las endoscopias sean más sencillas y cómodas. Para hacer la endoscopia hace falta recurrir a la sedación, a una cámara y un monitor que son molestos cuando no peligrosos.

Si todo va bien, en unos años, podría no hacer falta usar grandes cables con sondas ni —en algunos casos- anestesia general. Los científicos están desarrollando cápsulas capaces de recoger una cantidad ingente de información.

Son mucho menos invasivas y molestas, y permiten al equipo médico monitorizar el estado de, por ejemplo, el intestino, sin recurrir a la anestesia ni a la intervención típica de las endoscopias.

Xataka explica que este tipo de endoscopias mediante cápsula usan un dispositivo miniaturizado capaz de enviar las señales de vídeo a través de un pequeño cable, del tamaño de un hilo.

A su vez, en la mencionada web se señala que la cápsula es más cómoda, más efectiva y más barata; porque es más sencilla de transportar, limpiar, reutilizar y mantener.

«La capacidad de las microcámaras de la píldora es espectacular». Son capaces de alcanzar una resolución de microscopio, según explicaba su creador, Guillermo Tearney, en el congreso donde presentó su ingenio.