Cuatro casos en que la Madre Tierra dijo «basta» en América Latina

Cada tanto, la ‘Madre Tierra’ envía a los humanos señales claras de que algo anda mal. Inundaciones, terremotos, grandes incendios o avalanchas son solo algunas de las formas en que la naturaleza llama nuestra atención y nos recuerda que por el momento no tenemos planeta de repuesto.

A lo largo de su historia, América Latina ha experimentado varios desastres naturales que dejaron miles de víctimas y destruyeron recursos irrecuperables. Muchos de ellos, además, tuvieron su origen en la irresponsabilidad del ser humano.

A continuación, y mientras se conmemora un nuevo ‘Día Internacional de la Madre Tierra’, repasamos algunos ejemplos:

Terremoto en Puerto Príncipe (Haití, 2010)

Poco antes de las 17 horas del 12 de enero de 2010, Haití sufrió un terremoto de magnitud 7,0 en la escala Richter. El epicentro del terremoto se ubicó a 15 kilómetros de Puerto Príncipe, la capital del país centroamericano, donde residen más de 900.000 habitantes.

La catástrofe provocó la muerte de 316.000 y 350.000 heridos según datos oficiales. Además, dejó a 1,5 millones de personas damnificadas en el país más pobre de América Latina.

Inundaciones en Buenos Aires (Argentina, 2013)

Entre el 2 y el 3 de abril de 2013, la zona de la ciudad de La Plata, en la provincia de Buenos Aires recibió un acumulado de 400 milímetros de lluvias en tan solo cuatro horas.

En pocas horas, la intensidad de las precipitaciones provocó inundaciones en La Plata, la zona conocida como el Gran Buenos Aires y la propia Ciudad de Buenos Aires. Cifras oficiales indicaron la muerte de 89 personas durante el evento, pero se cree que las víctimas fatales pudieron llegar a las 200.

Hubo más de 2.000 evacuados durante el evento y más de 160.000 damnificados directos una vez finalizó. Los destrozos fueron millonarios.

Erupción del Volcán de Fuego (Guatemala, 2018)

El Volcán de Fuego, uno de los más activos de Centroamérica, erupcionó sobre el mediodía del 3 de junio de 2018. La explosión provocó una columna de cenizas de más de 15 kilómetros de altura y disparó fragmentos de roca a más de 80 kilómetros por hora.

El desastre afectó a varios pueblos cercanos de los municipios de Escuintla, Alotenango y San Pedro Yepocapa, dejando un saldo final de 319 fallecidos, calcinados por lava o asfixiados por la ceniza volcánica.

Incendios forestales (Chile, 2017)

Entre enero y febrero de 2017 trajo para varias regiones del centro y sur de Chile una cadena de incendios forestales que provocaron la muerte directa de 10 personas y dejaron 4 muertes indirectas.

Los incendios afectaron a las regiones de O’Higgins, Biobío, Valparaíso, La Araucanía, Los Ríos, Los Lagos, Coquimbo, Magallanes e incluso la zona metropolitana de Santiago de Chile.

El Gobierno de Chile debió declarar ‘zona de desastre’ y recibir la colaboración de otros países para combatir las llamas, cuyo origen fue por ‘causas humanas’ en varias zonas.