El integrante de la Comisión de Minería y Energía de la Cámara también se refirió al plazo para el cierre total de las termoeléctricas. En su opinión 2050, como han planteado el gobierno y las empresas, “es demasiado lejos. Hay posibilidades reales de acercar ese horizonte al 2040 e incluso al 2030 como meta definitiva”.
Las transformaciones de fondo a situaciones que ponen en riesgo la salud -e incluso la vida- de las personas, no pueden depender de la voluntad de las empresas. Tal fue el mensaje del diputado de Revolución Democrática, Pablo Vidal, sobre la forma en que el Ejecutivo ha enfrentado el proceso de descarbonización de la matriz eléctrica de Chile.
“Necesitamos una decisión del Estado que mandate a las empresas a cerrar todas las centrales a carbón que quedan en nuestro país” expresó el legislador, quien integra la Comisión de Minería y Energía de la Cámara de Diputados y a la vez es parte de la Bancada Parlamentaria #NoMásCarbón.
Es en este contexto que reconoció los pasos que ha dado el gobierno en la materia, como la Mesa de Descarbonización que a principios de enero realizó su última sesión y hoy prepara el cronograma del proceso, documento comprometido para marzo/abril por la ministra de Energía Susana Jiménez. Sin embargo esta “señal de interés”, Vidal consideró “insuficiente” el alcance al “no asumir compromisos que sean vinculantes, o exigencias para las empresas. Simplemente está apelando a su buena voluntad. Creemos que eso no es suficiente”. Más aún, la instancia tampoco incorporó a los ministerios de Salud y del Trabajo “que también son actores relevantes en este trabajo”.
Sobre los plazos, y aunque consideró necesario fijar un horizonte para la descarbonización total, estimó que el 2050, como han planteado preliminarmente el gobierno y las empresas, “es demasiado lejos. Hay posibilidades reales de acercar ese horizonte al 2040 e incluso al 2030 como meta definitiva. El daño que generan (la termoeléctricas) al medioambiente y a las comunidades se sigue extendiendo y no podemos prorrogar por 30 años más”.
Por último, Pablo Vidal se mostró crítico de un Estado que acepta en pro del crecimiento económico la vulneración de derechos fundamentales de comunidades con carencias esenciales. “No puede primar la lógica economicista, que tú aceptes vivir en malas condiciones a costa de una compensación material o económica. No queremos más zonas de sacrificio en Chile, necesitamos generar espacios de desarrollo que sean sustentables, no contaminantes, en diálogo y en equilibrio con los intereses de las comunidades” concluyó.