¿SABÍAS QUE…? EL 1 DE OCTUBRE LAS RELACIONES ENTRE BOLIVIA Y CHILE ATRAERÁN LA ATENCIÓN DE TODA AMÉRICA LATINA

La Corte Internacional de Justicia emitirá un fallo sobre el reclamo de La Paz por una salida soberana al mar, que podría llevar de nuevo a ambas partes a negociar. ¿Por qué esta reivindicación es tan importante para Bolivia? Acá lo explicamos.

El conflicto entre Bolivia y Chile se remonta por lo menos a 1879, cuando los dos países se enfrentaron en la llamada Guerra del Pacífico. En aquel entonces, las tropas chilenas invadieron el departamento boliviano del Litoral, con más de 400 kilómetros de costa sobre el Océano Pacífico. Tras la pérdida de este territorio, el país altiplánico perdió su acceso al mar.

En 1904, ambos países firmaron un Tratado de Paz y Amistad, por el que La Paz cedía los territorios a cambio del tránsito libre e irrestricto por los puertos de Antofagasta y Arica. Este documento fue fruto de controversias, particularmente en Bolivia, pues amplios sectores consideran que fue perjudicial para ese país.

El Gobierno de Evo Morales cree que Chile no cumple los términos establecidos en el acuerdo, ni en posteriores documentos diplomáticos. Según la parte boliviana, más allá de lo establecido en el tratado, Santiago se comprometió a negociar una solución, aunque luego no lo haya hecho.

En 2013, Morales se dirigió a La Haya para que la CIJ se expidiera al respecto. El fallo del 1 de octubre no concederá automáticamente una salida al mar: solamente laudará si Chile debe retomar las negociaciones. Desde 1978, con la ruptura de relaciones diplomáticas, no ha habido un acercamiento para terminar con este diferendo.

El costoso «enclaustramiento» de Bolivia

En ‘El libro del mar‘, un volumen de 2014, el Gobierno de Bolivia resume la postura del país en el diferendo. Uno de los capítulos incluye un resumen de las «consecuencias del enclaustramiento» del país.

A criterio del Gobierno, la pérdida de la costa implicó «limitaciones» en la comunicación con el resto del mundo. La pérdida de 120.000 kilómetros cuadrados implicó no solo problemas en el intercambio comercial con el resto del mundo, sino también una privación de «recursos naturales existentes en aquel territorio y en la zona costera adyacente».

Entre estos, están la pesca, el guano, el salitre, la plata, el cobre y el litio. Según recuerda el libro del Gobierno de Bolivia, «una de las reservas más importantes de cobre a nivel mundial» se encuentra en su territorio perdido. Además, indica que desde el inicio de la explotación del metal rojo a la fecha «Chile ha recibido mucho más de 900.000 millones de dólares«.

La falta de una salida al mar es una barrera al libre comercio de mercancías desde y hacia Bolivia, sostiene el Gobierno. Entre las prácticas denunciadas por La Paz están «controles discrecionales» con costos a cargo de los importadores y exportadores bolivianos, así como impuestos y tasas que juzga indebidos.

«Un país que no posee acceso soberano al mar se encuentra en posición de desventaja en comparación a los países que sí lo poseen», se afirma en  el ‘Libro del mar’.

Corte Internacional de Justicia en la Haya

De acuerdo con la publicación, «los Estados costeros registraron un PIB per cápita promedio 66% mayor al de los Estados sin litoral«. En base a datos del Banco Mundial, Bolivia sostiene que sus exportaciones por contenedor son un 55,7% más caras que las chilenas y un 60% más que las peruanas.

Esto se ha visto reflejado en «dificultades de desarrollo humano». La Paz admite que no se deben en su totalidad al «enclaustramiento forzado», pero «esa situación ha limitado significativamente sus potencialidades de desarrollo integral».

La dinamización de la economía de Bolivia ha redundado en una mejora en su índice de desarrollo humano, que pasó de 0,489 en 1980 a 0,693. Está en el puesto 118 de un total de 188 países en la clasificación mundial. En América del Sur se ubica último, por detrás de Paraguay (también sin salida al mar).

Chile: «No hay fundamento jurídico» para la demanda boliviana

El Gobierno chileno «considera que la demanda no tiene un fundamento jurídico», pues «no se le puede exigir a un país negociar, obligándolo a ceder territorio, si los países involucrados ya establecieron sus fronteras en un tratado de común acuerdo hace más de 100 años», explica un sitio web oficial dedicado al diferendo en La Haya.

Santiago considera que en el acuerdo de 1904 «Chile y Bolivia fijaron su frontera de manera definitiva y restablecieron las relaciones de paz y amistad después de la Guerra del Pacífico (1879-1883). El documento «fue suscrito libremente por Bolivia 24 años después de finalizada» la contienda y obtuvo la venia de los parlamentos de los dos países.

«Negociar un acceso soberano al Océano Pacífico alteraría inevitablemente este tratado», afirma el Gobierno chileno en el sitio web.

Asimismo, el país trasandino no solo rechaza las acusaciones de obstaculizar el comercio, sino que otorga a Bolivia «ventajas que exceden con crece las obligaciones del libre tránsito previstas en el Tratado de 1904».

«En la actualidad más de 7.000 empresas bolivianas realizan su comercio exterior a través de los puertos chilenos. En los últimos cinco años, el movimiento de carga boliviana aumentó un 132% y actualmente el 80% de la carga del puerto de Arica corresponde a tránsito boliviano, sea de origen o destino», precisa la parte chilena.

Fuente: Sputnik