CONAF INTEGRARÁ INICIATIVA MULTINACIONAL PARA REFORESTAR BOSQUES ANDINOS DE QUEÑA

Profesionales de Tarapacá y Arica y Parinacota participaron en taller preparatorio en el Cusco.

Al  “Primer Taller multinacional de conservación y recuperación de los bosques de Polylepis en los Altos Andes”, efectuado en Cusco, asistieron recientemente los profesionales de CONAF Sandro Maldonado y Víctor Quezada, así como Enzo Solimano, de la oficina regional de Tarapacá.

Un mes antes el mismo tema trajo a su vez a nuestro país, a Constantino Aucca, presidente de la ONG Ecoan del Perú (Ecosistemas Andinos), quien recorrió los bosques locales, y sostuvo reuniones con CONAF promoviendo tanto la cita del Cusco, y una iniciativa multinacional, que reunirá en un trabajo conjunto a Colombia, Ecuador, Bolivia, Argentina, Perú y Chile, en torno al tema de la forestación y conservación de estos ecosistemas andinos, los que en palabras de Aucca  “son la ‘bufanda verde’ de los glaciares aledaños y, por tanto, del sistema de agua que surte a Sudamérica”.

Durante su visita a Chile, Aucca comentó que “hoy cada país trabaja en forma esporádica y no exentos de regionalismos, entonces la idea con la nueva iniciativa  es generar un programa multinacional que englobe a los principales países que tienen programas en proceso en torno a la conservación de los bosques de Polylepis”.  Como antecedente de su trabajo, la ONG peruana que preside tiene a su haber  la plantación a lo largo de 18 años de trayectoria, de 1.3000.000 árboles en la cuenca de Vilcanota en el Cusco.  “Esto —según explica Aucca—  dio pie para aunar redes y amistades que ahora permiten proyectar el trabajo multinacional, gracias a fondos norteamericanos, el que en principio se iniciaría el 2019 con un horizonte de dos a cinco años, y un monto de casi un millón 800 mil dólares, cifra que puede variar cuando se vean los términos con cada país y se ajusten los valores al terreno, porque este es un proyecto de terreno, no de escritorio”, indicó.

Sandro Maldonado, uno de los asistentes al taller efectuado en Cusco, contó que uno de los objetivos del encuentro fue “reconocer las iniciativas de cada país en torno a Polylepis, tanto respecto al liderazgo social  como técnico.  Se buscó también conocer cuánto cuesta producir la forestación, homologando costos y técnicas para un monitoreo adecuado y único”.

Si bien Constantino Aucca señala que “este proyecto no puede estar divorciado del factor social, ya que siempre he predicado que las comunidades deben estar liderando los procesos de conservación y en esta oportunidad no podría ser distinto”, en la CONAF no descartan otras participaciones.  Así lo señala Sandro Maldonado  al consultarle ¿cómo enfrentaría nuestro país este trabajo de terreno si en caso local, existe muy poca población en el territorio donde están los bosques?   Y responde: “Se está buscando que el concepto de comunidades no sólo incluya a los residentes de precordillera o altiplano, sino que las ciudades y su gente comiencen a reconocer que los servicios ecosistémicos, como por ejemplo el agua que se consume en los valles y la costa, proviene de los Andes y sus bosques.  Es decir de las queñoas, bofedales y humedales altoandinos.  Por eso un ejemplo de participación podría ser con un voluntariado de jóvenes,  como los que impulsa INJUV, sin dejar de incluir a las comunidades u organizaciones locales, u otras a nivel regional”.

En tanto el director regional de CONAF, recordó que “este intercambio de ideas comenzó con el III Congreso de la Queñoa, efectuado en Arica en el 2013, desde allí hemos tenido experiencias de intercambio con Ecoan, y la posibilidad que se abre ahora de trabajar a la par con otros países en la conservación de nuestros bosques andinos, es una oportunidad que no queremos dejar pasar y la conectaremos a las acciones ligadas a la Estrategia Nacional de Cambio Climático y Recursos Vegetacionales”.

Constantino Aucca, refuerza por su parte la importancia de aunar a los países en torno a la conservación indicando que “si cuidamos tanto los humedales y los bosques altoandinos de Polylepis (queñoas), aseguraremos este poncho o bufanda verde, para que el proceso del calentamiento global o cambio climático no sea más acelerado que lo que estamos viviendo últimamente”.

Conaf

Fuente: Conaf