Foto: Un policía antimotines en la ciudad de Masaya, Nicaragua
REUTERS/Oswaldo Rivas
La situación en Nicaragua empeora cada vez más. A los dos manifestantes muertos el sábado pasado se suman ahora diez muertos tras una violenta incursión policial en la ciudad de Masaya. Además, el obispo Abelardo Mata que es una de las cinco autoridades eclesiásticas que median por un diálogo entre el gobierno y los ciudadanos, fue víctima de un atentado.
Este domingo, al menos diez personas murieron y otras veinte resultaron heridas producto de una violenta incursión de fuerzas policiales y paramilitares en la ciudad de Masaya, 30 km al sur de Managua, y las comunidades vecinas de Niquinohomo, Catarina y el barrio de Monimbó.
Según un informe preliminar de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH) seis de los fallecidos son civiles, entre ellos dos menores de edad, y cuatro policías antimotines.
Ana Quiroz, activista del Movimiento Autónomo de mujeres, explicó que el recrudecimiento de la represión policial en Nicaragua se debe a la cercanía a la revolución sandinista y al deseo del presidente Ortega de mantener un clima de aparente paz para poder celebrar el aniversario de esta fecha como todos los años.
Sin embargo, los ataques no concluyeron allí. El domingo por la tarde, el Obispo Abelardo Mata fue atacado cuando se dirigía a la ciudad de Masaya. Un grupo de paramilitares atacó a balazos el vehículo en el que se despalazaba e intento quemarlo según declaraciones a Reuters.
Ecuador ha condenado la violencia que se vive en Nicaragua y ha hecho un «urgente llamado» al gobierno de Daniel Ortega para garantizar los derechos humanos de la población en medio de esta crisis que ya lleva más 272 muertos.
Fuente: RFI