Así lo reveló un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Un estudio publicado recientemente da cuenta que la inversión extranjera directa (IED) retrocedió en América Latina los últimos 12 meses. Además, el informe elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) apunta que es el tercer año consecutivo que se sostiene esta caída.
En 2017 «se profundizaron algunas tendencias en el escenario económico mundial» que dieron como resultado «un clima de incertidumbre para las inversiones transfronterizas», detalló la CEPAL. Allí destacan como factor preponderante la guerra comercial que existe centralmente entre EE.UU. y China, proceso que fue acompañado por la «expansión de las empresas digitales», que requieren una «menor inversión en activos tangibles para crecer a escala internacional».
Frente a este escenario, las IED en América Latina durante el último año alcanzaron los 161.673 millones de dólares. Esto supone un 3,6% menos que el año anterior y una caída del 19,6% en relación a 2011.
Los que cayeron y los que subieron
El país que sufrió la peor reducción en inversión extranjera fue Trinidad y Tobago. Sin embargo su escaso peso económico no influye tanto como sucede con Chile, que tuvo una caída del 48%. En ese sentido le siguieron Ecuador (-19,7%), Brasil (-9,7%) y México (-8,8%).
Como contracara toda Centroamérica vio subir la IED por octavo año consecutivo llegando a 13.083 millones de dólares, de los cuales 6.066 fueron a Panamá. El Caribe también tuvo avances a nivel regional, aunque de los 5.835 millones de dólares que llegaron desde el exterior el 60% fueron a la República Dominicana.
En América del Sur quienes sobresalieron fueron, por un lado, Argentina, que tal como señaló La Nación, venía de un mínimo histórico de 3.260 millones de dólares en 2016. Eso le permitió crecer un 253,3% aunque en concreto supuso igualar los niveles de 2015. Por su parte, Bolivia tuvo un incremento del 116,1% y Uruguay un 107,1%.
Las recomendaciones
Partiendo de estos datos la secretaria ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, declaró que «no se trata simplemente de crear las condiciones para que lleguen capitales extranjeros». Sino que resulta necesario generar un contexto en el que las inversiones «se vuelvan fuentes generadoras de derrames tecnológicos y productivos, de empleo, y para que se orienten hacia un crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible».
Asimismo, el organismo puntualizó en un comunicado la importancia de apuntar a «energías renovables, telecomunicaciones y fabricación de automóviles» para cumplir este objetivo.