«Apelamos a la sensatez y al sentido común de los derechos que les corresponde a las personas», expresó el presidente de la colectividad Eduardo Salas. «El reglamento es ponderado, por eso lo respaldamos plenamente», agregó.
Los efectos políticos que dejó el nuevo reglamento de objeción de conciencia para la aplicación de la ley de despenalización del aborto en sus tres causales siguen latentes. De hecho, mientras se debate respecto a la posible presentación de un requerimiento en el Tribunal Constitucional por parte de algunos parlamentarios de Chile Vamos, desde el PRI Demócrata el tema es tratado desde una óptica distinta.
A juicio de Eduardo Salas, presidente de la colectividad, «aquí no hay una discusión -que artificialmente podría crearse- entre conservadores y liberales».
«Nosotros en el PRI recogemos con profundidad algunas ideas liberales que corresponden a la democracia, a las libertades públicas y a la autonomía de las personas. Por lo tanto, creemos que en estas materias hay que tener la mayor ponderación y moderación, pero, a la vez protegiendo esas libertades», agregó.
«Sin embargo, eso no quiere decir que seamos extremadamente liberales. Solo apelamos a la sensatez y al sentido común de los derechos que les corresponde a las personas. Aquí no se pretende crear un ‘núcleo liberal’ que vaya en contra de otro conservador. Sería errado», insistió.
Enunciado lo anterior, Salas afirmó que «lo que ha hecho el Gobierno con este nuevo reglamento, por intermedio del Ministerio de Salud, es ponderado. Demuestra que hace las cosas bien. Por lo mismo, lo respaldamos plenamente, puesto que se ajusta a la ley y a sus derechos fundamentales que están en juego: el derecho a la vida y el derecho a la objeción de conciencia».
«La interrupción del embarazo es una excepción y nosotros creemos que se debe cumplir y respetar conforme a la ley, que fue dictada y aprobada el año pasado, y donde el reglamento pone en su justa dimensión la objeción de conciencia tanto institucional como personal», explicó.
Para el abogado, «el Gobierno actúa responsablemente y se comporta con altura de miras. Por ende, llegó el momento de preocuparse de otros asuntos relevantes, como la salud primaria, las listas de espera y la construcción de hospitales, como el nuevo Sótero del Río».