POLÍTICA / JOSÉ DURANA (UDI): “HACE MUCHOS AÑOS QUE ARICA NO TENÍA SENADOR

El representante del norte reconoce que, por distintas circunstancias, esa localidad no tenía conciencia de representante. Hoy viene a recuperar el tiempo perdido, haciendo realidad su sueño: “que Arica tenga una política de desarrollo a 15 años”.

Amante de su familia y su querida Arica. Así podríamos calificar al senador José Miguel Durana Samir, quien a sus 57 años arribó a la Cámara Alta luego de una larga carrera política local. Se pegó el salto al Senado en las pasadas elecciones y resultó electo con un 13,5%.

Este nativo de cáncer y contador auditor de profesión nos contó parte de su realidad diaria y como sus viajes en avión, mensajes de WhatsApp y reuniones con ministros se convirtieron en su nueva vida. No para y sus asesores son testigos de eso.

Parto preguntándole por su nombre porque en redes sociales figura muchas veces como ‘Pilo’. ¿Por qué le dicen Pilo?

“Cuenta la historia que nací peladito y mi madre que es profesora, siempre muy cariñosa trataba a la gente con diminutivo y ella me puso Pilo. Siempre me decían ‘el Pelado Durana’.

Cuando un hijo usa un sobrenombre es porque el padre se llama igual que el hijo y este era el caso. Los dos éramos José Durana, entonces para diferenciarnos me decían Pilo Durana. Ahora mi hijo también se llama José y a él le dicen José Durana”.

Otra cosa que averigüé por ahí, es que este representante de la región de Arica y Parinacota, está rodeado de profesoras. Sin más preámbulo me explica.

“Vengo de una familia de profesoras: abuela, madre y hermanas; y me casé con una profesora también. Estoy vinculado al mundo de la docencia.

Además, mi abuelita materna fue la primera mujer regidora de Arica, mis abuelos eran radicales, mi abuelo era masón, por lo tanto había una vinculación directa con el mundo de Gabriel González Videla, por lo que la veta política siempre estuvo presente.

Hace 30 años me casé y soy padre de tres hijos. Biológicamente son dos, pero el hijo de una hermana de mi señora se quedó con nosotros a vivir y lo considero mi tercer hijo. Además estoy feliz porque él fue papá y ese chiquito es mi nietecito. En octubre cumplirá un año y está en toda la edad de reírse. Me hace feliz verlo crecer.

Todos vivimos en mi casa en Arica, y aunque en la casa nunca hay tranquilidad entre el bebé y mis hijos, me pone muy contento ver a mi familia reunida”.

DEL GREMIALISMO AL CONGRESO

Otro aspecto que me llama la atención de su historia es cómo un contador auditor llega a la política. Con total sinceridad, reconoce que estudió esa carrera no porque fuera su vocación, sino porque “había que estudiar algo. La regla de mi casa era: o se trabaja o se estudia, no habían más opciones. Además soy de la generación de las universidades tradicionales. Ingresé a estudiar en 1979 y no había muchas  oportunidades de carreras en Arica, mi ciudad,  así que entré a la Universidad del Norte sede Arica, la que hoy se llama Universidad de Tarapacá.

En el año 1985 me titulé y ahí tomé la decisión de mi vida de involucrarme en la política. Siempre me llamó la atención el mundo del gremialismo, habían amigos de mi hermana que ya estaban vinculados a ese mundo y por ahí comencé a conocer esos valores.

Me fui incorporando de a poco, por ejemplo fui secretario de la juventud en Arica, luego secretario regional, luego me nombran seremi. Después me piden que forme el partido Unión Demócrata Independiente (UDI) en Arica porque hasta ese momento, había que estar siempre reinscribiendo el partido porque no cumplía con un mínimo de votantes.

Pasaron los años y fui gobernador e intendente. Al término del 2014, preparé una estrategia para ser alcalde pero me fue mal y la vida te da sorpresas. La política es sin llorar, no hay tiempo para el duelo; y fue así como continué a mi siguiente meta: ser senador y con la confianza de mis electores, salí electo”.

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“ARICA NO TENÍA SENADOR”

Hoy se instala en la Sala con propiedad. Siempre se le ve conversando con senadores de las distintas colectividades y por sobre todo, liderando orgulloso la Comisión Especial de Zonas Extremas y Territorios Especiales. No hace falta preguntarle para que lance su reflexión sobre su aporte como parlamentario.

“Como senador estoy feliz. Trabajo para una región extrema que tiene reivindicaciones permanentes con Perú y Bolivia. Es un mundo particular porque vivimos a 55 kilómetros de Tacna, 180 de La Paz, Bolivia y a 300 de la primera ciudad chilena más cercana que es Iquique. Las principales decisiones se toman a 2.100 kilómetros… Es fuerte.

Arica hace muchos años que no tenía senador, primero porque éramos parte de una región, luego hubo problemas puntuales, por lo tanto la marca Senador no estaba en la conciencia colectiva. Soy de los que creen que la gestión se marca en 100 días, hay que ser capaz que la gente lo evalúe a uno positivamente en ese lapso.

Tengo las mejores relaciones con mi colega, José Miguel Insulza, pero soy de allá, él no. Por eso tengo cercanía con los problemas de mis electores.  Creo que como ariqueños vivimos la voluntad de los gobiernos de turno porque no existe una política permanente respecto a lo que se debiera hacer. Por eso mi sueño es que mi región tenga una política clara a 10 o 15 años, de manera que no estemos a merced de la contingencia”.

“EL PILO TIENE PILAS”

Y ese sueño lo vive a diario realizando mil cosas. Nos confiesa cifras decidoras: es de los que responde personalmente su WhatsApp, su teléfono tiene unos cinco mil contactos porque el número lo tiene desde que era concejal (desde 2004), maneja 35 grupos de WhatsApp, si un día no responde su celular se le acumulan en esa aplicación más de mil quinientos mensajes. Es de los que viaja de madrugada para no perder tiempo. Riendo nos cuenta que sus asesores le dicen: “el Pilo tiene pilas”.

En las redes sociales también es activo pero su Facebook, Twitter e Instagram lo maneja su equipo de comunicaciones, el mismo que lo acompaña a su región, donde sus actividades personales muchas veces se mezclan con las profesionales. Nos explica.

“Me pasa que soy de ir a los estadios. Más que por ver fútbol, es para devolverle la mano a la gente. Ellos votaron por mí y me conocieron en ese contexto. Hoy ellos quieren saber qué ha pasado conmigo. 

Trato de vincularme a lugares de harta afluencia de público, por ejemplo, voy a comprar pescado al terminal pesquero. Así que muchos fines de semana en que hago mis cosas como cualquier ciudadano, termino reunido con mis electores”.

Lo llevo a una esfera más lúdica. Le pregunto qué hace en su poco tiempo libre.

“Me gusta ver Netflix porque creo que es una buena compañía. Me gustan las películas de acción. Por ejemplo, mi serie favorita es ‘24 horas’ del actor Kiefer Sutherland.

Lo único malo es que veo televisión o Netflix y me duermo. Eso me reclama siempre mi señora (ríe).

No soy de salir mucho, prefiero compartir en mi casa. Además que amo la comida de mi señora. Soy de comer los guisos que ella prepara, así que evito que me inviten a almorzar cuando estoy en Arica. También pasa que allá el tiempo aún está bueno, así que almorzamos al aire libre con ropa liviana. No me acostumbro a los almuerzos tan empaquetados con corbata”.

Aprovecho su comentario para consultarle por su look. Me cuenta que se ha puesto “mañoso con los años” así que prefiere ropa de determinadas marcas por los cortes y diseños porque “a los gorditos no nos queda cualquier cosa. Cuando uno es gordito, a veces parece que la camisa fuera a disparar el botón”, bromea con picardía y despidiendo esta entrevista.