Encabezado por el Ministro de Salud, Emilio Santelices y el Director Nacional de Onemi, Ricardo Toro, se realizó el lanzamiento del primer Modelo Chileno de Salud Mental en la Gestión del Riesgo de Emergencias y Desastres, cuyo objetivo es tener una política que permita enfrentar el antes, durante y después de cada situación de emergencia para disminuir el impacto en la población afectada, incluidos los equipos de rescate y de salud.
Este documento nació de una fructífera relación de trabajo entre el Ministerio de Salud, la Onemi y el Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastres, que además contó con la cooperación técnica de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón y el Instituto de Hyogo para el Estrés Traumático de Japón.
La iniciativa se nutre de las experiencias que tiene Chile en esta temática, aunandoesfuerzos de múltiples actores del Estado y de la sociedad civil, y comenzó a desarrollarse a partir de 2015 con el apoyo de la Agencia de Cooperación Internacional de Japón.
El Ministro Santelices manifestó que “valoramos mucho la vasta experiencia que generosamente nos entrega Japón, pues nos permite mirar nuestras respuestas frente a episodios de emergencias y desastres desde una cultura distinta, pero que en esta materia posee una historia de similitudes con Chile. Este producto que hoy damos a conocer nos entrega una valiosa oportunidad para la atención integral de la Salud Mental, que nos desafía a no descuidar la obligación de entrega de suministros o la reconstrucción de infraestructura, pero con la misma fuerza nos insta a no olvidar la recuperación del espíritu”.
Por su parte, el director de Onemi expresó que “esta es una oportunidad para ir mejorando y potenciando las capacidades institucionales y la respuesta comunitariafrente a todo tipo de desastres. Ante ello son indispensables los lineamientos intersectoriales que faciliten la transición desde actuaciones eminentemente reactivas, hacia la gestión integral del riesgo”.
Como lo ha descrito la Organización Mundial de la Salud, la respuesta en el campo de la Salud Mental no sólo implica atender las consecuencias emocionales directas de un evento, sino también otros efectos indirectos en la dinámica interpersonal y social, así como en el entorno de las personas afectadas en la medida en que se produce un deterioro del tejido social y una desestructuración de la vida familiar. Todo este conjunto de efectos repercute extensamente en las condiciones y los proyectos de vida individuales y colectivos, alimenta el sufrimiento emocional de los sobrevivientes y, frecuentemente, establece círculos viciosos de violencia.
El Ministro Santelices destacó que “esto nos lleva a ampliar nuestra mirada y a generar nuevos aprendizajes con el fin de resolver las necesidades de Salud Mental de nuestras respectivas comunidades, de una forma participativa, territorial y avanzando hacia la transformación de una cultura preventiva”.