La sala de operaciones del VAR (árbitro asistente de video), que se implementa por primera vez en un Mundial en 2018.
REUTERS/Sergei Karpukhin
La palabra VAR (Video Assistant Referee, en inglés, árbitro asistente de video, en español) entra por primera vez en el vocabulario de un Mundial. Tendrá como función evitar un error claro y ser la visión extra para una falta grave no observada por los árbitros del encuentro.
Pese a lo que muchos pueden pensar piensar y dudar en estos momentos, el VAR sólo puede asistir al árbitro en caso de que se produzca un «error claro y manifiesto» o un «incidente grave e inadvertido».
Además de los torneos de la FIFA, donde se ha usado el VAR, campeonatos como la Serie A, Bundesliga, Brasil o Ligue 1 ya experimentaron con este sistema que confirma la década de la tecnología en el fútbol.
Según el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, «el arbitraje de video representa una era para el fútbol. La filosofía del VAR es ‘mínima interferencia-máximo beneficio’, con el objetivo de reducir las injusticias».
Al mismo tiempo, el máximo mandatario del fútbol mundial señalaba que el VAR «tendrá un impacto positivo en los partidos del Mundial y nos ayudará a tener una Copa del Mundo justa».
Serán 33 cámaras -dos más a partir de octavos de final- las que transmitan las imágenes de todo lo que ocurra dentro del terreno de juego. Estas imágenes llegarán a la sala VAR a través de la fibra óptica y, en caso de que haya un problema técnico, por satélite.
Se aplicará en momentos excepcionales, en caso de dificultades a la hora de juzgar un gol, un penalty, una tarjeta roja o a la hora de identificar la responsabilidad de un jugador.
Así pues, el VAR será sin duda uno de los protagonistas indirectos de este mundial de fútbol a pesar de que su utilización haya sido centro de una polémica: se han criticado los criterios y parámetros en el que es utilizado este sistema. El mismo Joseph Blatter denunció por Twitter su uso en el Mundial 2018: