El «sí» obtuvo una clara victoria luego de finalizado el escrutinio tras el histórico referéndum en Irlanda sobre la liberalización del aborto.
El 66% de los 2,1 millones de irlandeses que votaron se mostraron partidarios de derogar la octava enmienda de la Constitución irlandesa que prohibía la interrupción voluntaria del embarazo, una decisión histórica en un país con fuertes raíces católicas.
«Maravilloso, maravilloso, es un día maravilloso», dijo Eileen Shields, que llevaba puesto un prendedor en el que se leía «Hicimos historia».
La legislación irlandesa sobre la interrupción voluntaria del embarazo es actualmente una de las más restrictivas de Europa, junto con Irlanda del Norte y Malta.
Estos resultados definitivos se dan a conocer tres años después de la legalización, también mediante un referéndum, del matrimonio homosexual, que ya provocó un sismo cultural en este país de 4,7 millones de habitantes.
El primer ministro ha prometido redactar un proyecto de ley de aquí al verano, para su aprobación antes de fin de año por el Parlamento, donde el texto debería ser adoptado sin dificultad, pues los líderes de los dos principales partidos de la oposición, Fianna Fail y Sinn Fein, apoyan la reforma. El gobierno se reunirá el martes.
La gente celebra los resultados del referéndum que abrirá las puertas a la legalización del aborto en Irlanda, uno den los países con legislación más restrictiva de Europa (REUTERS/Max Rossi)
El primer ministro irlandés Leo Varadkar llega a dar un discurso durante los festejos por el resultado del referéndum que liberalizará el aborto en Dublin (REUTERS/Clodagh Kilcoyne)