El cerebro humano está formado por dos hemisferios — izquierdo y derecho —, los cuales están unidos por el cuerpo calloso. Cada uno está encargado de diversas actividades y funcionan de manera diferente, pero al mismo tiempo son complementarios.
El izquierdo es más verbal y capaz para resolver los problemas. Favorece las palabras, detalles y el pensamiento racional, mientras el derecho es intuitivo y maneja mejor el mundo visual que el verbal, y favorece lo artístico, holístico y creativo.
Los dos hemisferios son vitales para realizar cualquier actividad y no podrían coexistir el uno sin el otro, necesitan un equilibrio para funcionar en perfecto estado. Los científicos aconsejan que cada individuo desarrolle ambos lados de su cerebro, tanto a nivel teórico como a nivel práctico.
Distinta conectividad en el cerebro masculino y femenino
Un nuevo estudio del cerebro masculino y femenino muestra que el cerebro de los hombres y el de las mujeres tienen conexiones muy diferentes, lo que confirma las diferencias sobre actitudes y comportamientos propios de cada género. Este estudio fue hecho público el lunes en las Actas de la Academia estadounidense de las Ciencias (PNAS).
Un estudio de conectividad entre distintas regiones del cerebro confirma estas diferencias en comportamiento entre los dos sexos: muestra que las mujeres, a partir de la adolescencia, manifiestan mayor predisposición para hacer varias cosas a la vez; mientras que los hombres funcionan mejor cuando tienen una sola cosa entre manos.
Según unos mil escáneres cerebrales, los investigadores descubrieron que los cerebros de las mujeres tienen un mayor grado de conectividad neural entre los hemisferios izquierdo y derecho.
En el cerebro femenino, las conexiones unen el hemisferio derecho, donde se halla la capacidad de análisis y el tratamiento de la información, con el hemisferio izquierdo, centro de la intuición.
El cerebro masculino, en cambio, mantiene un vínculo entre la parte delantera y la trasera para facilitar la percepción y la acción coordinada.
En este sentido, los investigadores explican que los hombres son, de media, más aptos para aprender y ejecutar una sola tarea, como andar en bicicleta, esquiar o navegar; mientras que las mujeres tienen una memoria superior y una mayor inteligencia social que las vuelven más aptas a ejecutar tareas múltiples y a encontrar soluciones para el grupo.