Cerca de 1.800 profesionales de la psiquiatría y la psicología, todos ellos colegiados, han suscrito una carta abierta dirigida al Ministerio de Justicia de España y a la ciudadanía en general. Critican allí el trato recibido por quien fuera víctima de abusos sexuales en los Sanfermines de 2016 y deploran el que se les dio a sus agresores, todos hombres, que fueron absueltos de agresión sexual (violación) y condenados por abusos sexuales a nueve años de prisión.
Los firmantes manifiestan su «profundo y enérgico rechazo a dicha sentencia» y recalcan que con ello expresan el parecer de especialistas en trauma y tratamiento psicoterapéutico de «víctimas de diversas formas de maltrato, abuso sexual, abandono y negligencia», así como de personas expertas en «sexología, género y violencias machistas», muchos de los cuales suscriben el pronunciamiento.
Con su carta, añaden, pretenden aportar información que ayude a esclarecer algunos aspectos polémicos de este caso y a realizar una reflexión basada en evidencias científicas sobre el sistema patriarcal y sus graves consecuencias.
Además, denuncian que el foco no debe ponerse en la víctima, y afirman que ante una situación de amenaza de muerte, lesión grave o violencia sexual, «es común una respuesta de inmovilización, cuando no es posible luchar ni huir». En esas situaciones, según la misiva, incluso los latidos del corazón son más lentos y se reduce la sensibilidad al dolor, como respuesta para tratar de sobrevivir y minimizar el impacto de los hechos. Por ello, concluyen que en una situación como la que describen los hechos probados de la sentencia, «no tiene sentido plantear la cuestión del consentimiento o la resistencia», ya que esa capacidad se encontrará «anulada».
Una agresión continuada por los tribunales
Los firmantes de la misiva repudian, en particular, que los tribunales tomasen en cuenta un informe encargado por la defensa de uno de los acusados, para sacar inferencias acerca de la capacidad de la víctima para recuperarse. Con ese fin, a esta última se le siguió y espió para luego argüir que no se comportaba como una mujer agredida, idea que fue admitida por los magistrados. Los remitentes de la protesta pública manifiestan que «en todo caso» habría que haber apoyado esa capacidad de superación, en lugar de «criticarla o someterla a vigilancia», cosa que supone seguir agrediéndola y contribuye a su retraumatización.
Condenan asimismo los imaginarios que dominan en la sociedad, según los cuales a la mujer se le debe insistir hasta que acabe aceptando sexo, «aunque en principio no quiera». Por esa vía, sostienen, terminan siendo las víctimas quienes tienen que demostrar que «no lo deseaban» y se resistieron, a pesar de la evidencia clínica de que la «paralización y el bloqueo son respuestas automáticas».
La misiva hace también un llamamiento a que todos los implicados en procesos de esta naturaleza reciban la adecuada formación en perspectiva de género, así como a enfatizar en la prevención y en una educación sexual no patriarcal, que no relacione la violencia con la sexualidad.
Colegio Oficial de Madrid: Se está revictimizando a la víctima
El Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid ya había tomado postura este 27 de abril con respecto a la condena por abusos sexuales a los agresores de la joven de 18 años en las fiestas de San Fermín de 2016. La institución proclamó su «rotundo posicionamiento a favor de las mujeres víctimas de delitos sexuales» y condenó a quienes «ejercen violencia sexual, en cualquiera de sus formas».
Afirman sus voceros que el cuestionamiento a la víctima es una «revictimización», con tantas o más repercusiones que la primera. La reacción ante el miedo, diferente en cada persona, «no puede ser objeto de valoración para determinar la repercusión del delito en la víctima», dicen.