NEGOCIOS / LA OPEP REVISA A LA BAJA SU PREVISIÓN DE LA DEMANDA GLOBAL DE PETRÓLEO PARA 2018 Y 2019

La OPEP rebajó su pronóstico del consumo mundial del petróleo para 2018 y 2019 hasta 98,83 millones de barriles diarios (b/d) y 100,26 millones de b/d, respectivamente, según el informe de la organización del mes de agosto.

«En 2018, se prevé que la demanda de petróleo aumente en 1,64 millones de b/d, 20.000 barriles por debajo de las proyecciones del mes pasado, (…) y se sitúe en 98,83 millones de b/d», indica el documento.

Para el 2019 la OPEP proyecta un incremento del consumo en 1,43 millones de b/d, también 20.000 barriles menos que en la evaluación anterior.

«El consumo mundial en su conjunto se prevé que llegue a 100,26 millones de b/d», puntualizó.

La organización atribuyó la reducción a los datos débiles de la demanda en América Latina y Oriente Medio en el segundo trimestre de 2018.

Por otro lado, el cartel elevó la oferta de crudo por parte de los productores independientes en 2,08 millones de b/d hasta 59,62 millones para 2018.

Para 2019, se prevé que los países no OPEP aumenten su producción en 2,13 millones de b/d hasta 61,75 millones.

A finales de 2016, las naciones que conforman la OPEP y 11 productores fuera del cartel acordaron en Viena reducir la producción conjunta en 1,8 millones de barriles diarios, partiendo del nivel de octubre de 2016.

El pacto que busca estabilizar los precios del hidrocarburo está vigente hasta finales de 2018.

El 23 de junio pasado los participantes del acuerdo decidieron aumentar la extracción de petróleo en un millón de barriles diarios para dejar de sobrecumplir lo acordado.

LOS CUATRO LUGARES CLAVE QUE DETERMINAN LA DINÁMICA DEL MERCADO

El estrecho de Ormuz, el ‘arma’ de Irán

Este punto mueve alrededor de 19 millones de barriles por día, según datos de la Administración de Información Energética —EIA, por sus siglas en inglés—. A través de este estrecho pasan las exportaciones de petróleo de Irán, Kuwait, Baréin, Catar, los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí.

El presidente de Irán, Hasán Rohaní, dio a entender que si su país no exporta petróleo por el golfo Pérsico, otros países de Oriente Medio tampoco podrán hacerlo. A principios de julio, la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán amenazó con cerrar el estrecho de Ormuz y cortar el transporte de petróleo tras las sanciones de Washington contra Teherán.

Estrecho de Malaca, clave para China

Se ubica entre Indonesia y Malasia y por él pasaron 16 millones de barriles por día en 2016. Vincula los océanos Índico y Pacífico, y es la ruta principal de Oriente Medio para llegar con su petróleo a los mercados asiáticos.

Tiene solo unos 2,7 km de ancho en su punto más estrecho, «creando un cuello de botella natural con el potencial de colisiones, puesta a tierra o derrames de petróleo», según EIA.

China —el principal importador de petróleo del mundo— tiene un interés estratégico para que el tráfico por este estrecho no se interrumpa.

Canal de Suez y el oleoducto SUMED

Ubicado en Egipto, el canal de Suez es otro punto clave. Junto con el oleoducto SUMED, que conecta al Mediterráneo con el mar Rojo, representan aproximadamente el 9% del petróleo diario del mundo, es decir, 5,5 millones de barriles diarios. La mayor parte va desde Oriente Medio a Europa.

El Oleoducto SUMED es la única ruta alternativa para transportar petróleo crudo desde el mar Rojo hasta el mar Mediterráneo si los barcos no pueden navegar a través del Canal de Suez por su tamaño.

Estrecho de Mandeb

Pasa entre África y Oriente Medio conectando al mar Rojo con el Golfo de Adén. Si bien no llega a los cinco millones de barriles diarios, su importancia radica en que es el punto previo por el que tiene que pasar todo el petróleo que luego atravesará el canal de Suez y el oleoducto SUMED. Su potencial bloqueo juega un papel determinante en la guerra en Yemen.

Estos cuatro puntos representan las zonas más importantes para el comercio de petróleo, tanto por el tráfico diario de crudo, como por su peso geopolítico. Una interrupción en alguna de estas vías marítimas podría ocasionar una importante escalada en el precio del barril.