Un estudio entre 1.719 personas de los Países Bajos reveló que los pacientes con cáncer colorrectal que toman al menos dos tazas de café al día, tienen menos probabilidades de recaer en el futuro. Beber unas cuantas tazas al día también parece reducir las probabilidades de muerte prematura. Esto fue así en todos los pacientes con cáncer de intestino, salvo en los últimos estadios, que fueron excluidos del análisis.
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En la actualidad, el cáncer de intestino reaparece después del tratamiento en hasta el 30% de los pacientes, lo que significa que si los recientes hallazgos pueden ser verificados en estudios más amplios, el café podría algún día ser reconocido como un medicamento que cambia la vida de algunos pacientes con cáncer.
En comparación con los pacientes de cáncer colorrectal que tomaban menos de dos tazas de café al día, los incluidos en el estudio que bebían al menos cinco tazas diarias tenían un 32 % menos de probabilidades de que su enfermedad reapareciera en los seis años siguientes aproximadamente.
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Lamentablemente, con los datos disponibles no se pudieron evaluar las causas específicas de muerte, por lo que es imposible decir si las tasas de supervivencia entre los bebedores de café de los Países Bajos están reduciendo el riesgo de morir de cáncer de intestino específicamente, o si hay otro efecto de protección en marcha.
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Algunos estudios, por ejemplo, han relacionado las potentes propiedades antioxidantes del café con la mejora de los resultados cardiovasculares. Otras investigaciones sugieren que la bebida podría proteger contra algunos tipos de cáncer de piel, de hígado, de útero, de próstata o incluso de boca.
«Los mecanismos que subyacen a los posibles beneficios del consumo de café sobre la recurrencia (del cáncer colorrectal) aún no se han dilucidado por completo», escriben la epidemióloga Abisola Oyelere y sus colegas.
Quizá el café tenga este poderoso efecto terapéutico porque activa vías metabólicas que reducen el estrés oxidativo. O quizá altera el microbioma del intestino para prevenir de algún modo la proliferación del cáncer en los intestinos. Potenciar los poderes del hígado podría ser otra forma en que el café mejora la lucha del organismo contra el cáncer.
«Aunque no podemos inferir una relación de causa y efecto en nuestro estudio observacional, nuestros hallazgos podrían informar futuros estudios de intervención y aportar pruebas para desarrollar directrices para los pacientes», concluyen los autores.
El estudio fue publicado en la revista International Journal of Cancer.