¿Qué es ser antifa y qué hay detrás de la intención de Trump de declararlo terrorista?

El mundo acompaña las multitudinarias olas de protestas que se han multiplicado en Estados Unidos a raíz del asesinato del ciudadano afroamericano George Floyd el pasado 25 de mayo, cuando un policía de la ciudad de Minneapolis, estado de Minnesota (norte), lo dejó sin aire apoyando su rostro contra el suelo.

Para el presidente de EEUU, Donald Trump, los responsables detrás de las manifestaciones son los grupos antifa, contracción para designar a supuestos movimientos antifascistas, organizaciones, activistas, ciudadanos en general, que se posicionan en contra de fundamentalismos de cualquier índole.

A través de su cuenta en Twitter, Trump anunció que su Gobierno designará a estos grupos como una organización terrorista.

Trump recibió diversas críticas a raíz de su tuit, ya que su calificativo «terrorista» podría incluir en este contexto a cualquier persona que se manifieste públicamente, ya sea que se identifiquen o no con alguna organización específica.

La respuesta mediática fue casi inmediata. Así se expresó el escritor estadounidense Stephen King respecto a los dichos del presidente.

Desde grupos identificados con el término antifa también se pronunciaron. «Creemos y luchamos por un mundo libre de fascismo, racismo, sexismo, homofobia y transfobia, antisemitismo, islamofobia y fundamentalismos», tuitearon.

Además, aclararon que las protestas que se viven en el país no tienen un líder concreto, y aclamaron que el poder está «todo en la gente».

¿Quiénes son los antifa?

Los movimientos antifascistas a lo largo de la historia no son nuevos. Como lo indica el propio término, sus orígenes datan de las décadas posteriores a la Primera Guerra Mundial (1914-1918), cuando surgen los primeros gobiernos europeos con características fascistas, como contrapartida a las ideas libertarias y marxistas de la Revolución Rusa en 1917.

Más concretamente, en Italia comienzan a organizarse grupos alrededor de la década de 1920 en contra del Partido Nacional Fascista, posteriormente llamado Partido Fascista Republicano, que tuvo a su líder, Benito Mussolini, en un Gobierno dictatorial hasta 1943.

Del mismo modo surgieron también grupos similares durante la Alemania nazi (1933-1945).

En Estados Unidos el racismo ha estado presente a lo largo de su historia, y surgieron diversos movimientos frente al surgimiento del neonazismo de la posguerra y del auge del supremacismo blanco.

Los grupos antifa resurgieron con más fuerza a partir de que Trump anunciara su postulación a la Presidencia de Estados Unidos bajo premisas de características racistas, xenófobas y sexistas.

Se trata de movimientos heterogéneos cuya mayoría se caracteriza por ser anticapitalista y antigubernamental. Aun así, no son unitarios ni están establecidos en ninguna sede, y puede incluirse en esta categoría a todo grupo social organizado.

Si bien las protestas se han dado de manera espontánea por diversos sectores de la población estadounidense y los grupos antifa no son, como sostuvieron, líderes u organizadores del fenómeno, sí han estado enfáticamente en la reivindicación de justicia por diversos crímenes de odio en el país, además de la muerte de Floyd.