ESTUDIO REVELA QUE SE DEBEN RESTAURAR 280 MIL HECTÁREAS EN LA REGIÓN DEL MAULE TRAS LOS INCENDIOS DE 2016-2017 

Ministerio de Medio Ambiente, que encargó el informe, deberá definir los puntos estratégicos para establecer acciones de recuperación.

Tras los daños en los ecosistemas que se produjeron producto de los incendios que afectaron a la Región del Maule en el verano de 2016-2017, el Ministerio de Medio Ambiente financió un estudio para generar una planificación que permita recuperar la zona afectada. El trabajo, realizado por expertos de la Universidad de Talca (UTALCA) y de la Universidad de Concepción (UDEC) arrojó que se requiere restaurar 280.000 hectáreas.

“Lo más relevante de esta consultoría que contrató el Ministerio de Medio Ambiente es definir las áreas prioritarias para hacer planificación y restauración de los territorios, porque así como planificamos las ciudades también tenemos que tener una planificación de nuestros territorios fuera de ellas”, explicó el seremi de Medio Ambiente de El Maule, Pablo Sepúlveda.

El análisis de los expertos propone restaurar esos terrenos para recuperar la productividad del suelo, el hábitat de especies amenazadas y servicios ecosistémicos hídricos para asegurar belleza escénica, agua para riego y consumo humano, calidad del agua, control de erosión, seguridad ante desastres naturales, entre otros.

Según explicó Cristian Echeverría, académico de la Facultad de Ciencias Forestales de la U. de Concepción y director del Laboratorio de Ecología del Paisaje (LEP) de esta casa de estudios, “el análisis de la infraestructura ecológica actual mostró que, si se quiere avanzar hacia la sustentabilidad del paisaje, es necesario gestionar un plan de restauración a gran escala, debido al estado en que se encuentra la región. Desde el punto de vista de la biodiversidad y la provisión de servicios ecosistémicos, el paisaje no es capaz de mantener la viabilidad de las poblaciones de especies nativas que habitan la región, como tampoco garantizar la provisión de estos servicios en un contexto de cambio global” explicó.

En tanto, Alejandra Engler, académica del Departamento de Economía Agraria de la U. Talca y directora alterna del Núcleo Milenio CESIEP, planteó que “la creciente degradación de los recursos naturales no es indiferente a nadie y cada vez existe más preocupación por recuperar el medio en que vivimos. En este sentido este estudio es una iniciativa muy importante, porque analiza a escala regional donde priorizar áreas de restauración que respondan a zonas de degradación pero también de demanda de servicios ecosistémicos y biodiversidad”.

Durante casi un año los expertos de la trabajaron en la Región del Maule conversaron con entidades públicas, privadas, empresas, comunidades locales y académicos. De estas consultas se concluyó que estos actores locales buscan conservar ecosistemas naturales que alberguen una alta riqueza de especies de flora y fauna endémica y amenazada.

El seremi añadió que, por un lado, “se van a definir los puntos estratégicos para establecer acciones de recuperación tras los incendios de 2016 y 2017 y también para enfrentar los desafíos que ha generado el cambio climático y relevar nuestros ecosistemas dañados por la escasez hídrica”. Para esto, dijo Sepúlveda, “debemos definir los planes y programas para desarrollar las intervenciones necesarias como ministerio y como región ya sea a mediante el financiamiento con recursos ministeriales, regionales o a través de fondos concursables”.

Riesgo de desaparecer

En el estudio se constató que además en El Maule existen 308 mil hectáreas con un alto valor de biodiversidad, pero vulnerable y con riesgo de desaparecer no sólo por los efectos de los incendios de los últimos años sino por eventos anteriores.

También se determinó que solo el 7,7% de los ecosistemas de la región son capaces de proveer en mayor magnitud los bienes y servicios que las personas demandan para su bienestar. Por ejemplo belleza escénica, agua para riego y consumo humano, control de erosión, seguridad ante desastres naturales, entre otros.

El académico de la UDEC que encabezó este estudio planteó que “la Región de Maule no es capaz de asegurar la continuidad de muchas especies nativas amenazadas que aún quedan, así como tampoco de garantizar la provisión de servicios ecosistémicos en forma sostenida para el bienestar de las personas de la zona costera en el largo plazo”. Y dijo además que en la zona aún queda ecosistemas  y especies únicas altamente amenazadas, que los actores locales buscan conservar como bosques de ruil, de quebradas, humedales, nudas, bosques andinos, etcétera

El estudio además identificó que en El Maule hay 312 mil hectáreas de alto valor ecológico, es decir con rica biodiversidad más servicios ecosistémicos, pero se constató que solamente el 0,7% de esa superficie está protegido por el Estado. “Esto quiere decir, que las áreas de alto valor de biodiversidad y relevantes para el bienestar humano del Maule están pobremente protegidas, son escasas y altamente vulnerables”, afirmó Echeverría.